Semainomenon es el nombre que los antiguos griegos daban a la significación, a esa parte de las representaciones mentales que refieren los signos. El Semainomenon pretende ser un blog de significados y significaciones con aplicaciones dentro de la cultura, el diseño, la educación y en general, de cualquier manifestación humana.
Spirato
Interpretar grupos sociales y su papel en la sociedad.
El análisis de la imagen pública
El análisis de la imagen pública, como ejemplo del papel social de las tribus urbanas.
La imagen pública es la percepción, la opinión, y la idea que se tiene de algo, así, una persona puede tener una imagen pública en tanto sea percibida por sus elementos representativos o por los signos que este porta o muestra en muchos de sus aspectos de la vida, ya sea en cuanto a elementos intencionalmente establecidos o los inconscientemente utilizados.
El conocimiento en general, así como la conciencia de sí mismo y el conocimiento del contexto que determina a cada individuo, es entonces el factor más importante en la "formación" de esa imagen que los demás perciben, sin olvidar que esa "formación", no es una simple creación, sino una modelación de sí mismo en aspectos internos del individuo (autoestima, motivación, rol familiar, rol sexual, identificación de capacidades, habilidades, limitaciones, traumas emocionales y en general en el aspecto sistémico -lo sistémico se define como un campo emergente de la ciencia que estudia los sistemas holísticos-) y aspectos externos (como su apariencia física, manera de vestir, peinado, uso de accesorios, ademanes, mirada, gesticulación). Ambos elementos mencionados inciden directamente en la capacidad comunicativa del individuo, ya que con la conciencia del funcionamiento interno será posible la manipulación de lo externo, incluyendo el uso de los signos lingüísticos y de los símbolos sociales que permitirán un grado de aceptación, un grado de rechazo o simplemente de inserción social en contextos diversos.
Por ejemplo, una sonrisa franca puede darse a pesar de que un individuo no tenga un estado anímico estupendo, que su salud no sea la mejor, que esté pasando por una situación económica adversa, o que en general los problemas le abrumen, pero el ser consciente de la situación puede transformarse hacia el optimismo y generar una sonrisa franca. Situación que es muy difícil en los tiempos actuales, pero no imposible.
Partiendo de la semiótica, podemos clasificar los signos que se generan en las personas, desde las personas y por las personas. La idea de la semiótica es estudiar, conocer y analizar a los signos en su contexto. El conocimiento de los signos es poder ya que los signos están presentes en todo lo que nos rodea, incluso uno mismo los genera constantemente, por lo que conocer de los signos, es poder, no conocer de ellos, es ser su súbdito.
Abarcar a los signos desde tres aspectos es una tendencia en el análisis de la imagen, ya que existen dos nombres para el conocimiento de los signos: la semiótica y la semiología, donde la primera surge en un aspecto de triada y la segunda en aspecto binario, sin embargo es correcto utilizar indistintamente cualquiera de los términos para referirse al estudio de los signos.
Nuestro análisis por lo tanto será en la semiótica terciaria, propuesta por Charles Sanders Peirce. La idea del signo, para Peirce está compuesta por tres elementos: Objeto, signo e interpretante.
· Objeto, objetivo, lo referencial, lo icónico. Es el objeto que necesita ser signado, ya sea cosa material o inmaterial, física, ideal o emocional, pero que motive a la formación de un signo; el objeto suele estar ausente cuando se utiliza un signo, por lo que puede entenderse también como el objetivo, a lo que se refiere. O también puede referirse al origen del signo, de donde parte o de donde surge el signo.
· Los índices, el signo que se usa para distinguirse de lo demás. El signo es la representación propiamente dicha, es el elemento material que transporta la idea de un objeto. Un signo es algo que representa algo y debe poseer materia, así el signo es la palabra hablada o escrita, el silbido, el claxon de un automóvil, etcétera y es distinto para cada idea, objeto o situación, por ello es que ocupa el vértice de lo indicativo.
· Lo simbólico, la parte que arma el interpretante. Es la significación que se hace del signo, lo que se entiende de acuerdo con el contexto y que es generado desde la subjetividad y la polisemia.
Cuando el interpretante coincide con el objeto, es porque el signo utilizado fue el correcto, existe así una comunicación adecuada para los fines del signo.
Esta semiótica terciaria tiene una categoría donde los signos se analizan como iconos , índices y símbolos, basados en los mismos principios de: objeto, signo e interpretante. La explicación es sencilla:
1. Analizar los iconos (los elementos icónicos que representan fielmente al objeto)
2. Analizar los índices
3. analizar los símbolos
Por ejemplo, analizar semióticamente a alguien o a algún grupo social, es conocer a profundidad:
Iconos (Los conceptos o principios que representan fielmente al objeto). Cómo son sus referentes, cómo es su realidad original, de donde viene, qué elementos significativos le determinan, cómo es la familia (el grupo social que lo fundamenta), cuáles son sus características físicas, su comportamiento, sus creencias y en general todo lo que tenga que ver con los elementos que forjaron al individuo.
Índices. Cómo lo identificamos, cómo se identifica, qué lo hace ser diferente a la vista de los demás, es entonces la manera como asume sus características individuales (que no son independientes o aisladas de sus iconos, pues han sido determinados por estos).
Símbolos. Tiene que ver con su filosofía y los objetos que ocupa para ellos, son los elementos físicos que representan sus creencias o su esencia; la parte de su pensamiento transformada en objetos de manera consciente. Lo que la gente percibe y/o entiende acerca de esos elementos simbólicos que porta el individuo o el grupo social.
Conclusiones. Se puede concluir el análisis con un resumen que abarque lo observado en el grupo social en cuanto a las coincidencias y discrepancias entre lo que pretende ser, el cómo pretende ser visto y el cómo es visto o percibido por los demás. La conclusión muestra una tesis justificada cuyo argumento es objetivo basándose en las evidencias (científicas -producto del análisis semiótico-).
Ya no quiero votar
Hace algunos años, salir a votar era una fiesta para mí pues lo veía (en un ejercicio dogmático) como un festejo de la democracia, como un festejo de la participación ciudadana como una posibilidad - quizá no- de cambio pero sí como una posibilidad de que el pueblo tuviera un espacio donde manifestarse y ser tomado en cuenta; para mí, salir a votar representaba esa posibilidad ser escuchados y presionar para que de alguna manera se tomara en cuenta aquello que las masas pensaban. Todo eso me dejó enseñanzas muy tristes y muy lamentables y de las cuales ahora me siento víctima (soy la vístima) y me siento manipulado, burlado y abuzado. Ahora entiendo, reconozco y lamento la tristeza de tener que votar no por lo que consideramos mejor, sino por lo que consideramos sea la opción menos denigrante.
Crecí escuchando por todas partes y a gente de todos los niveles decir que "... es que no hay ni a quién irle, todos son igual de malos".
No me hace feliz salir a votar y saber que no tengo opciones para escoger; no me hace feliz ser testigo de la podredumbre de la política, de las herramientas y de las estrategias de manipulación que convierten a la política en una herramienta solamente de degradación social.
Antes, solía promover con mis alumnos a que salieran a votar y que ejercieran este derecho, porque yo confiaba en que era una opción de cambio y de participación. Ahora tengo que pedirles que participen desde el corazón y con el ánimo de que nosotros o cada quien estamos haciendo las cosas que nos corresponden, pero siendo consciente de que esa no será una herramienta que provoque el cambio hacia el crecimiento, hacia la honestidad, hacia el honor ni dirigida hacia la dignidad.
Quisiera votar bien, siendo optimista y desde la alegría; quisiera votar con más certezas que dudas y confiando que mi voz tendrá valor dentro de la construcción social real, positivo, que al emanar desde la honestidad de mis pensamientos y con afán de ser mejores, funcionen a evitar la destrucción.
La situación actual de la teoría y la práctica educativa
La situación actual de la teoría y la
práctica educativa
Sergio Ángel Guillén León
mayo 2021
Introducción
La pandemia por COVID-19 desató en
todo el mundo situaciones que obligaron a transformar radicalmente una realidad
que de manera inminente nos acechaba, principalmente exitoso en las escuelas
mexicanas particulares si hablamos del sistema de que la educación pública en
nuestro país ha estado debilitada por factores económicos y políticos. Así, las
escuelas particulares se vieron obligadas a establecer formas novedosas para
poder llevar a cabo el desarrollo de sus programas académicos en todos los
niveles, valiéndose de los recursos humanos disponibles y con la alfabetidad
informática vigente de sus protagonistas (tanto los maestros como los
estudiantes) quienes tuvimos que someternos a una educación acelerada.
Sin duda, en esta
experiencia docente, el conductismo sigue presente, pues el estímulo de las
condiciones obligadas fueron los condicionantes y como teoría, es de donde se
sentaron las bases de una educación dirigida científicamente a lograr
resultados específicos con las mentes inexpertas a partir de moldear su
conducta. La pandemia obligó a que la visión periférica que menciona
Peña-Correal (2010) como parte de las características del conductismo (llevara
el análisis de las partículas más básicas de la conducta, las condiciones
ambientales y los aspectos semiológicos para descubrir cómo se conforma el
aprendizaje y poderlo abordar desde ahí) se ejecutara con las herramientas
tecnológicas.
El cognitivismo ha estado
presente funcionando principalmente en el ámbito social que vincula a la
producción de conocimiento desde los aspectos sociales. No me cabe duda de que
las teorías cognitivistas en el contexto actual han funcionado produciendo el entrenamiento
necesario en las mentes de todos nosotros, para poder adaptarnos con prontitud
al cambio. Ponz-Diez (2013) clasifica la construcción intermental de la
realidad haciendo énfasis en esos aspectos torales: el interaccionismo
simbólico tardío, la etnometodología y el construccionismo social. Estos tres
aspectos responden indudablemente al contexto actual de la educación que en los
ámbitos escolares de educación particular que lo han implementado. Han
resultado exitosos.
Porque las condiciones de confinamiento han obligado a
que construyamos nuestro propio conocimiento como docentes que nos permita
solucionar problemas de comunicación educativa y enfrentarnos a disyuntivas
delicadas como es la evaluación, todo esto en un marco de educación a distancia.
El constructivismo sociocultural que está clasificado en el continuo
constructivista que realiza Serrano y Pons (2011), habla acerca de él como las
actividades simbólicas para un entorno compartido, por lo que la relación se da
desde el individuo hacia el entorno y esto, apoya la idea de la construcción
generalizada en aprendizajes cooperativos en las redes sociales del mundo (en
internet).
Entonces,
esta educación virtual aplicada en torno a la emergencia provocada por el virus
SarsCof-2, lleva a colocar el plano de la enseñanza virtual en un aspecto que
analiza Picón (2020) y que analiza en el problema de cómo hacer para que “yo”,
como docente pueda decir que si yo enseño es porque muestro, proporciono,
acerco, guío, entrego, estimulo lo necesario para que el estudiante tenga una
experiencia con algo. O que el estudiante pueda afirmar que realmente toma,
asimila, reflexiona, piensa, interioriza, entiende, percibe, siente y ama eso
que le fue enseñado.
Desarrollo
Los docentes hemos experimentado
diversas condiciones: desde la idea de libertad y comodidad (solo idea por la
seguridad, el confort y ahorro de tiempo y transportación) por trabajar desde
casa, hasta la experimentación de angustia, inseguridad, desesperación y
confusión, en lo laboral y en lo humano (incluido aquí el aspecto relacional
familiar y social). Este enfrentamiento de las condiciones para realizar la
labor educativa, encierra problemáticas diversas para los docentes (como los
agentes mediadores del conocimiento) sin duda, parte trascendental en estos
procesos, pero también los estudiantes y los mismos centros escolares
atraviesan por crisis igual de complejas.
En el caso de los
estudiantes, se identifica en la práctica que no tienen hábitos de autoestudio
suficientes que los habiliten como entes aptos para desarrollar un programa
académico en línea (descontando las cuestiones tecnológicas como los equipos,
ancho de banda de internet, software), sale a relucir la abismal diferencia en
la alfabetidad informática aplicada a las funciones propias de actividades
académicas (preocupante, porque suelen ser las mismas que aplican en el mercado
de trabajo -desde procesadores de textos, hojas de cálculo, uso de internet,
software especializado en los estudios que lo requieren-), hasta las de índole
actitudinal que muestran a estudiantes apáticos y que continúan pretendiendo
retar al sistema o los que requieren atención personalizada profesional para
poder nivelar las condiciones y dejarle ser competitivo.
A la problemática del
estudiante, debemos sumarle a los colegios y la preparación del personal para
asumir las nuevas características de la emergencia, así como las
características de soporte tecnológico que respalde esa nueva realidad. Sin duda que el estudiante se ubica en el
final de esta cadena vertical siendo susceptible, víctima y receptor de todo el
proceso.
Como docente en
ejercicio, soy testigo de que los colegios poco preparados para prever
situaciones de emergencia han atravesado por crisis mayúsculas que les han
llevado a cerrar planteles, grupos o carreras. Soy testigo de que la inversión
en capacitación y en tecnología está comprometida enormemente por la capacidad
de los altos mandos de esos colegios, principalmente aquellos que no solían
apostar por la tecnología de punta ni en la capacitación para ello por
ahorrarse recursos económicos (lamentablemente empezamos a ver que hay
universidades con genios administrativos que aprovechan las clases en línea
para saturar al docente con listas enormes de estudiantes incluso de varias
regiones distintas, provocando condiciones de trabajo adversas para lograr una
educación con buena calidad).
Tanto los profesores como
los estudiantes y los centros de trabajo en educación se encuentran (nos
encontramos) en una marea de corrientes cambiantes por donde acecha el leviatán
ignominioso de la pasividad. Nos encontramos con el uso de los recursos
tecnológicos comprometidos en un tsunami interminable de herramientas que nos
atraen, nos enamoran, nos confunden, nos agotan, nos fascinan y nos llevan a
pensar y a veces soñar.
Conclusión
Es bien sabido y ya es de uso
popular, que el uso de la tecnología y la educación a distancia apoyada de
internet llegaron para quedarse; ya no se entiende la educación sin estas
oportunidades, sin el uso de recursos digitales, sin internet, sin clases en
streaming, sin simuladores, sin videos, sin redes sociales, sin plataformas
educativas que permitan interacción, sin realidad aumentada, sin una
inteligencia informática en constante actualización, sin la habilitación de las
tecnologías de comunicación que nos lleven a invertir más en dispositivos y en
conectividad, que en papel y en libros.
Sobrevivirán de manera
destacada, útil y competitiva, aquellas escuelas que sepan adaptar de manera
eficaz los procesos aprendidos en esta pandemia, de la misma manera que los
estudiantes quienes mediante la observación consciente e inminente de una
necesidad, tomen a la educación con la misma facilidad que toman un smartphone.
Los profesores ya se han adaptado de manera eficaz a los tormentosos cambios
tecnológicos y han invertido muchas horas, mucho dinero, muchos espacios
personales en la transición correcta. Es ahora trabajo de las directrices
educativas que sepan insertar efectivamente estos cambios mediante la aplicación
de la teoría que, si bien no fue creada para este contexto, es aplicable, pues
la mente humana sigue funcionando incluso sin Internet y diversificando sus
focos de atención. El ser humano es perfectible y la aplicación de la
tecnología en la educación también lo es.
Referencias
Peña-Correal,
T. (2010) ¿Es viable el conductismo en el Siglo XXI?. Recuperado de
http://redie.uabc.mx/vol13no1/contenido-serranopons.html
Pons-Diez,
J. (2013). ¿Hay vida más allá del cognitivismo? Encontrando respuestas en la
Psicología Social. Informacio Psicologica, (105), 110-129. https://www.uv.es/lisis/xavier/2013/inf-psicol-textfinal-art13.pdf
Serrano, J. M. y Pons, R. M. (2011). El
constructivismo hoy: enfoques constructivistas en educación. Revista Electrónica
de Investigación Educativa, 13(1). Consultado el 16 de abril de 2021 en:
http://redie.uabc.mx/vol13no1/contenido-serranopons.html
Picón, M. (2020,
mayo). ¿Es posible la enseñanza virtual? Foro educacional, No. 34,
págs. 11-34. Recuperado de https://doi.org/10.29344/07180772.34.2357
Perla nocturna
Perlita tiene que salir a pasear todos los días a las once de la noche, porque si sale antes se asusta con los perros grandes, aunque también con los chiquitos y con los automóviles y con los pajaritos y con las hojas que vuelan con una ráfaga de viento. Por eso es mejor esperar a que la calle esté sola y nadie le moleste, así puede caminar tranquila con su saltito vacilador de la pata de atrás luego de que la atropellaran por correr emocionada y no fijarse, como dice papá, volteando para ambos lados antes de cruzar la calle.
En el paseo se ve nerviosa y desconfiada, pero al llegar a casa es pura ternura (también un fastidio por las mañanas cuando grita junto al que compra colchones, licuadoras y fierro viejo que veeeendaaan), así, con sus patas cortitas y apariencia de cachorro nos hace caricias y se gana apapachos de todos, luego de su aventura nocturna.
86 increíbles años
Cómo no hemos de amarte, si no hay otra sensación con la que se te pueda relacionar: Tu comida de toque delicioso que congrega y hace feliz a la gente; tu cabello cada día más blanco y suavecito; tus canciones infantiles de letras cambiadas, tus dedos que señalan más allá de lo que se ve porque es lo que tú tienes para nosotros; por eso, cómo no hemos de amarte.
Ahora que tienes una enorme colección nietos, bisnietos y ( otros a punto de llegar) y muchos amigos y una familia que te admira y muchos amigos que adoptaste como parte de tu familia, es obvio mirar que tu entorno te ama, que él mundo te adora, te respeta, te sigue, te aprende y absorbe el amor que te sobra y que entregas a través de mil canciones y de miradas y de manos de dedos chuecos, pero expertos en acariciar.
Sigue bailando, sigue cantando, sigue sonriendo, sigue acariciando el alma de todos, sigue viviendo optimista y sigue derramando amor.
Qué felicidad que hoy celebremos tu vida porque así celebramos nuestra vida.
Cuando los símbolos y los corazones lloran
Ver desvanecerse entre llamas a un vestigio de la cultura, a un vestigio del poder creador y emancipador del espíritu humano, es ver mutilarse una parte del corazón de la humanidad. Sensaciones y emociones provocadas de manera tan triste y humillante como las destrucciones de los talibanes o las acciones genocidas de las culturas nativas.
Causa tristeza y consternación, además de un profundo cuestionamiento existencial acerca de la debilidad de la memoria y de los símbolos los cuales tienen que aferrarse a la materialidad para que a través del activador estético logren la trascendencia en el tiempo y a la vez, en las almas.
El poder de la iconicidad y los simbolismos, el poder inmenso de la materialidad y el poder avasallador del tiempo y de la naturaleza, que obligan al hombre a competir contra las condiciones de la naturaleza en un afán de preservar el amor que despiertan las experiencias estéticas, son los puntos que miran un vértice en el suceso del incendio en Notre Dame, en París.
Somos débiles y requerimos aferrarnos como salvavidas a los símbolos, somos débiles y requerimos la seguridad de nuestros símbolos, somos débiles y necesitamos soñar a través del arte, de la historia y de la unión de los espacios sagrados, con nuestras almas.
El respeto al arte, el respeto a las manifestaciones humanas y el miedo a los elementos de la naturaleza, nos hacen mirar la susceptibilidad y fragilidad del human, del homo sapiens, del hombre, de esta creatura que pretende conquistarlo todo, pero que al mismo tiempo se provoca laceraciones. Unas veces por decisión propia, otras porque quizá así tenía que ser y despertar esa reflexión.
La Comunicación corporativa en la posmodernidad
¿Es mediante el escarnio de Trump, que reaccionamos en acuerdos y en enfoques?
¿Simplemente pronunciarse para que haya alguna respuesta o postura?
¿Para exigir respeto?
pero ¿qué significa "exigir respeto"?
Si Trump continúa (que lo está haciendo) e intensifica su pronunciamiento, ¿qué ocurriría?
¿Es a través de la amenaza extranjera que se logra la unidad nacional, mientras entre nosotros nos acribillamos, dejamos que nuestros políticos nos roben y se burlen de nosotros, o mientras nos avergonzamos de esos líderes que nosotros elegimos y que dejamos gobernar?
¿Es mediante el escarnio público que reaccionamos en acuerdos y en enfoques?, ¿para qué? ¿para seguirnos maltratando y envenenando como traidores, porque entre nosotros podemos jodernos?
La unión debe ser histórica, leal y honesta, congruente con los resultados que hemos vivido en 18, 20, 40, 80 o mas años, con los resultados que vemos en nuestros bolsillos, en nuestras despensas, en las veces que hemos sido asaltados, o en las veces que nos hemos aterrado de ver a nuestros vecinos secuestrados, asesinados o violados. La unión debe ser en esencia contra una vida de escarnio interno y de decisiones que no tomamos.
Pedimos respeto, cuando no somos capaces de respetarnos.
El enemigo está en el aire y la razón acabará con él.
Seamos razonables.
Basado en la publicación:
http://interactivo.eluniversal.com.mx/2018/mejores-universidades-2018/#page/1
La fotografía como registro de la irrealidad
La realidad se percibe de manera individual. Así pues, la realidad depende de la percepción que apela a la sensación provocada en los sentidos, por factores externos o sea, en los registros internos corpóreos, producto de las terminales nerviosas que son sensibles a los estímulos que afectan al cuerpo humano.
La disputa por la percepción versus la realidad gira en torno a entender que la realidad provoca a las sensaciones, las cuales son procesadas intelectualmente, desde los filtros medioambientales, hasta los contextualmente inefables filtros culturales. Dicho procesamiento de información, se convierte en imagen (partiendo de la idea de que una imagen es producto etéreo porque proviene de la imaginación) susceptible de ser interpretada, creando conceptos abstractos de las cosas, desde su función estética.
La imagen de acuerdo con lo anterior, es la manera en que entendemos o procesamos la información que recibimos desde algún estímulo ajeno a quien percibe. Por ello, es que esa información (imaginaria –propia de la imagen-) genera conceptualizaciones de la realidad.
Para entender la idea de lo que es un concepto, podemos partir de clasificar el cómo interpretamos los signos existentes. Si un signo tiene una función meramente icónica o representativa, no podrá ser interpretada de ninguna otra manera, más que lo que se ve; en este punto, el signo es evidencia del significado mismo, pues al ser un signo denotativo, referencial y objetivo, no requiere interpretaciones. Un signo con valor icónico, siempre será objetivo, teniendo como base la primeridad de su significación: una fotografía de un árbol que pretende transmitir la idea de un árbol, tiene ese significado primario, aunque el sujeto que lo perciba no conozca o nunca haya visto un árbol. Lo que él perciba, es esa idea primaria, que luego de ser aprendida por el estímulo, ya podrá ser significada de manera objetiva. Si nunca en mi vida he visto un árbol, ese objeto que tiene hojas, tronco, ramas y que pertenece a la naturaleza; si bajo esas circunstancias veo una fotografía de un árbol (que yo no sé que eso es un árbol), adquiero una postura intelectual al respecto. Si después de ver esa fotografía, veo al objeto, mi interpretación/significación de la realidad será asociada a los dos elementos, al signo y al objeto representado. Ese objeto va a ser calificado por mí (en función de mis contextos culturales, académicos, sociales, ambientales, religiosos, y cualquier otro factor contextual), desde la función estética, volviéndose tanto la imagen, como el objeto, dos elementos que antes eran objetivos, en algo meramente subjetivo, o propio de mi (el sujeto que interpreta), desde mi experiencia con el objeto, con el signo, o con ambos.
La imagen fotográfica nunca tendrá significaciones objetivas aunque:
1. El fotógrafo pretenda marcar su trabajo con un estilo propio y definido.
2. La fábrica pretenda “marcar con su marca” las fotografías que se hagan con sus cámaras, con su tecnología, su óptica, su procesamiento de imagen.
3. El soporte, ya sea una exposición de arte, un libro, una revista o cualquier otro, marquen el contexto de la imagen para pretender significar objetivamente.
La imagen aunque icónica, se vuelve siempre subjetiva pues pertenece a un proceso intelectual, a una serie de calificaciones que los sujetos realizan de la realidad en la que están inmersos. La fotografía de cualquier índole, es subjetiva, ya sea la fotografía periodística, la científica, la publicitaria, la artística o cualquier otro tipo, incluyendo las que aparecen en las credenciales o en los catálogos. La fotografía será el registro de la irrealidad, de la realidad del objeto por un lado, pero de la realidad producto de la visión del fotógrafo y de la visión del espectador-usuario.
La fotografía será imagen de la irrealidad, imagen de lo que no está ni visual, ni sensiblemente para todos.
De política y otros monstruos
Imagen de Fabian Giles. |
Cumplir ochentaytantosmil años
Feliz cumpleaños Doña Queta.
Corazón quebrado
Modelo de análisis de obras de comunicación visual
- Antecedentes contextuales
- El objeto de comunicación visual
- Significaciones
- Conclusión
Discurso:El qué se dice y cómo se dice. Todo objeto de comunicación forma parte de un discurso y todo discurso es portador de una ideología (dominante). No hay ideología sin un discurso que la materialice.