Interpretar grupos sociales y su papel en la sociedad.

El análisis de la imagen pública

El análisis de la imagen pública, como ejemplo del papel social de las tribus urbanas.


La imagen pública es la percepción, la opinión, y la idea que se tiene de algo, así, una persona puede tener una imagen pública en tanto sea percibida por sus elementos representativos o por los signos que este porta o muestra en muchos de sus aspectos de la vida, ya sea en cuanto a elementos intencionalmente establecidos o los inconscientemente utilizados.


El conocimiento en general, así como la conciencia de sí mismo y el conocimiento del contexto que determina a cada individuo, es entonces el factor más importante en la "formación" de esa imagen que los demás perciben, sin olvidar que esa "formación", no es una simple creación, sino una modelación de sí mismo en aspectos internos del individuo (autoestima, motivación, rol familiar, rol sexual, identificación de capacidades, habilidades, limitaciones, traumas emocionales y en general en el aspecto sistémico -lo sistémico se define como un campo emergente de la ciencia que estudia los sistemas holísticos-) y aspectos externos (como su apariencia física, manera de vestir, peinado, uso de accesorios, ademanes, mirada, gesticulación). Ambos elementos mencionados inciden directamente en la capacidad comunicativa del individuo, ya que con la conciencia del funcionamiento interno será posible la manipulación de lo externo, incluyendo el uso de los signos lingüísticos y de los símbolos sociales que permitirán un grado de aceptación, un grado de rechazo o simplemente de inserción social en contextos diversos.


Por ejemplo, una sonrisa franca puede darse a pesar de que un individuo no tenga un estado anímico estupendo, que su salud no sea la mejor, que esté pasando por una situación económica adversa, o que en general los problemas le abrumen, pero el ser consciente de la situación puede transformarse hacia el optimismo y generar una sonrisa franca. Situación que es muy difícil en los tiempos actuales, pero no imposible.

Partiendo de la semiótica, podemos clasificar los signos que se generan en  las personas, desde las personas y por las personas.

La idea de la semiótica es estudiar, conocer y analizar a los signos en su contexto. El conocimiento de los signos es poder ya que los signos están presentes en  todo lo que nos rodea, incluso uno mismo los genera constantemente, por lo que conocer de los signos, es poder, no conocer de ellos, es ser su súbdito.

Abarcar a los signos desde tres aspectos es una tendencia en el análisis de la imagen, ya que existen dos nombres para el conocimiento de los signos: la semiótica y la semiología, donde la primera surge en un aspecto de triada y la segunda en aspecto binario, sin embargo es correcto utilizar indistintamente cualquiera de los términos para referirse al estudio de los signos. 


Nuestro análisis por lo tanto será en la semiótica terciaria, propuesta por Charles Sanders Peirce. La idea del signo, para Peirce está compuesta por tres elementos: Objeto, signo e interpretante.


  • ·         Objeto, objetivo, lo referencial, lo icónico. Es el objeto que necesita ser signado, ya sea cosa material o inmaterial, física, ideal o emocional, pero que motive a la formación de un signo; el objeto suele estar ausente cuando se utiliza un signo, por lo que puede entenderse también como el objetivo, a lo que se refiere. O también puede referirse al origen del signo, de donde parte o de donde surge el signo.

  • ·         Los índices, el signo que se usa para distinguirse de lo demás. El signo es la representación propiamente dicha, es el elemento material que transporta la idea de un objeto. Un signo es algo que representa algo y debe poseer materia, así el signo es la palabra hablada o escrita, el silbido, el claxon de un automóvil, etcétera y es distinto para cada idea, objeto o situación, por ello es que ocupa el vértice de lo indicativo.

  • ·         Lo simbólico, la parte que arma el interpretante. Es la significación que se hace del signo, lo que se entiende de acuerdo con el contexto y que es generado desde la subjetividad y la polisemia. 


Cuando el interpretante coincide con el objeto, es porque el signo utilizado fue el correcto, existe así una comunicación adecuada para los fines del signo.


Esta semiótica terciaria tiene una categoría donde los signos se analizan como iconos , índices y símbolos, basados en los mismos principios de: objeto, signo e interpretante. La explicación es sencilla:


Fig. 1 Basado en la semiótica terciaria de Charles Sanders Peirce

Para realizar un análisis de la imagen pública, puede utilizarse una metodología semiológica:


1.       Analizar los iconos

2.       analizar los índices

3.       analizar los símbolos


Por ejemplo, analizar semióticamente a alguien o a algún grupo social, es conocer a profundidad:


Iconos. Cómo son sus referentes, cómo es su realidad original, de donde viene, qué elementos significativos le determinan, quizá cómo es la familia, sus características físicas, su comportamiento, sus creencias y en general todo lo que tenga que ver con los elementos que forjaron al individuo.


Índices. Cómo lo identificamos, cómo se identifica, qué lo hace ser diferente a la vista de los demás, es entonces la manera como asume sus características individuales (que no son independientes o aisladas de sus iconos, pues han sido determinados por estos).


Símbolos. Tiene que ver con su filosofía y los objetos que ocupa para ellos, son los elementos físicos que representan sus creencias o su esencia; la parte de su pensamiento transformada en objetos de manera consciente.


Por lo anterior, podemos destacar que es posible realizar un análisis de la imagen pública desde los signos de ese ente (social).


Por ejemplo, las tribus urbanas:

  • Chacas
  • Rastas
  • Punks
  • Coquettes
  • Buchones
  • Nenis


Preguntas para reflexionar: 

1. ¿De qué sirve conocer los orígenes, los íconos y los símbolos de un grupo social?

2. ¿Cómo podrías explotar ese conocimiento en el manejo del discurso?

3. ¿Cómo puedes identificar tu propia  imagen pública?

4. ¿Qué relación existe entre el discurso (junto con su forma discursiva) y el contexto?


Ya no quiero votar

 Hace algunos años, salir a votar era una fiesta para mí pues lo veía (en un ejercicio dogmático) como un festejo de la democracia, como un festejo de la participación ciudadana como una posibilidad - quizá no- de cambio pero sí como una posibilidad de que el pueblo tuviera un espacio donde manifestarse y ser tomado en cuenta; para mí, salir a votar representaba esa posibilidad ser escuchados y presionar para que de alguna manera se tomara en cuenta aquello que las masas pensaban. Todo eso me dejó enseñanzas muy tristes y muy lamentables y de las cuales ahora me siento víctima (soy la vístima) y me siento manipulado, burlado y abuzado.  Ahora entiendo, reconozco y lamento la tristeza de tener que votar no por lo que consideramos mejor, sino por lo que consideramos sea la opción menos denigrante. 

Crecí escuchando por todas partes y a gente de todos los niveles decir que "... es que no hay ni a quién irle, todos son igual de malos". 

No me hace feliz salir a votar y saber que no tengo opciones para escoger; no me hace feliz ser testigo de la podredumbre de la política, de las herramientas y de las estrategias de manipulación que convierten a la política en una herramienta solamente de degradación social. 

Antes, solía promover con mis alumnos a que salieran a votar y que ejercieran este derecho, porque yo confiaba en que era una opción de cambio y de participación. Ahora tengo que pedirles que participen desde el corazón y con el ánimo de que nosotros o cada quien estamos haciendo las cosas que nos corresponden, pero siendo consciente de que esa no será una herramienta que provoque el cambio hacia el crecimiento, hacia la honestidad, hacia el honor ni dirigida hacia la dignidad. 

Quisiera votar bien, siendo optimista y desde la alegría; quisiera votar con más certezas que dudas y confiando que mi voz tendrá valor dentro de la construcción social real, positivo, que al emanar desde la honestidad de mis pensamientos y con afán de ser mejores, funcionen a evitar la destrucción. 


La situación actual de la teoría y la práctica educativa

 

La situación actual de la teoría y la práctica educativa

Sergio Ángel Guillén León

mayo 2021

Introducción

La pandemia por COVID-19 desató en todo el mundo situaciones que obligaron a transformar radicalmente una realidad que de manera inminente nos acechaba, principalmente exitoso en las escuelas mexicanas particulares si hablamos del sistema de que la educación pública en nuestro país ha estado debilitada por factores económicos y políticos. Así, las escuelas particulares se vieron obligadas a establecer formas novedosas para poder llevar a cabo el desarrollo de sus programas académicos en todos los niveles, valiéndose de los recursos humanos disponibles y con la alfabetidad informática vigente de sus protagonistas (tanto los maestros como los estudiantes) quienes tuvimos que someternos a una educación acelerada.

Sin duda, en esta experiencia docente, el conductismo sigue presente, pues el estímulo de las condiciones obligadas fueron los condicionantes y como teoría, es de donde se sentaron las bases de una educación dirigida científicamente a lograr resultados específicos con las mentes inexpertas a partir de moldear su conducta. La pandemia obligó a que la visión periférica que menciona Peña-Correal (2010) como parte de las características del conductismo (llevara el análisis de las partículas más básicas de la conducta, las condiciones ambientales y los aspectos semiológicos para descubrir cómo se conforma el aprendizaje y poderlo abordar desde ahí) se ejecutara con las herramientas tecnológicas.

El cognitivismo ha estado presente funcionando principalmente en el ámbito social que vincula a la producción de conocimiento desde los aspectos sociales. No me cabe duda de que las teorías cognitivistas en el contexto actual han funcionado produciendo el entrenamiento necesario en las mentes de todos nosotros, para poder adaptarnos con prontitud al cambio. Ponz-Diez (2013) clasifica la construcción intermental de la realidad haciendo énfasis en esos aspectos torales: el interaccionismo simbólico tardío, la etnometodología y el construccionismo social. Estos tres aspectos responden indudablemente al contexto actual de la educación que en los ámbitos escolares de educación particular que lo han implementado. Han resultado exitosos.

Porque las condiciones de confinamiento han obligado a que construyamos nuestro propio conocimiento como docentes que nos permita solucionar problemas de comunicación educativa y enfrentarnos a disyuntivas delicadas como es la evaluación, todo esto en un marco de educación a distancia. El constructivismo sociocultural que está clasificado en el continuo constructivista que realiza Serrano y Pons (2011), habla acerca de él como las actividades simbólicas para un entorno compartido, por lo que la relación se da desde el individuo hacia el entorno y esto, apoya la idea de la construcción generalizada en aprendizajes cooperativos en las redes sociales del mundo (en internet).

Entonces, esta educación virtual aplicada en torno a la emergencia provocada por el virus SarsCof-2, lleva a colocar el plano de la enseñanza virtual en un aspecto que analiza Picón (2020) y que analiza en el problema de cómo hacer para que “yo”, como docente pueda decir que si yo enseño es porque muestro, proporciono, acerco, guío, entrego, estimulo lo necesario para que el estudiante tenga una experiencia con algo. O que el estudiante pueda afirmar que realmente toma, asimila, reflexiona, piensa, interioriza, entiende, percibe, siente y ama eso que le fue enseñado.

 

Desarrollo

Los docentes hemos experimentado diversas condiciones: desde la idea de libertad y comodidad (solo idea por la seguridad, el confort y ahorro de tiempo y transportación) por trabajar desde casa, hasta la experimentación de angustia, inseguridad, desesperación y confusión, en lo laboral y en lo humano (incluido aquí el aspecto relacional familiar y social). Este enfrentamiento de las condiciones para realizar la labor educativa, encierra problemáticas diversas para los docentes (como los agentes mediadores del conocimiento) sin duda, parte trascendental en estos procesos, pero también los estudiantes y los mismos centros escolares atraviesan por crisis igual de complejas.

En el caso de los estudiantes, se identifica en la práctica que no tienen hábitos de autoestudio suficientes que los habiliten como entes aptos para desarrollar un programa académico en línea (descontando las cuestiones tecnológicas como los equipos, ancho de banda de internet, software), sale a relucir la abismal diferencia en la alfabetidad informática aplicada a las funciones propias de actividades académicas (preocupante, porque suelen ser las mismas que aplican en el mercado de trabajo -desde procesadores de textos, hojas de cálculo, uso de internet, software especializado en los estudios que lo requieren-), hasta las de índole actitudinal que muestran a estudiantes apáticos y que continúan pretendiendo retar al sistema o los que requieren atención personalizada profesional para poder nivelar las condiciones y dejarle ser competitivo.

A la problemática del estudiante, debemos sumarle a los colegios y la preparación del personal para asumir las nuevas características de la emergencia, así como las características de soporte tecnológico que respalde esa nueva realidad.  Sin duda que el estudiante se ubica en el final de esta cadena vertical siendo susceptible, víctima y receptor de todo el proceso.

Como docente en ejercicio, soy testigo de que los colegios poco preparados para prever situaciones de emergencia han atravesado por crisis mayúsculas que les han llevado a cerrar planteles, grupos o carreras. Soy testigo de que la inversión en capacitación y en tecnología está comprometida enormemente por la capacidad de los altos mandos de esos colegios, principalmente aquellos que no solían apostar por la tecnología de punta ni en la capacitación para ello por ahorrarse recursos económicos (lamentablemente empezamos a ver que hay universidades con genios administrativos que aprovechan las clases en línea para saturar al docente con listas enormes de estudiantes incluso de varias regiones distintas, provocando condiciones de trabajo adversas para lograr una educación con buena calidad).

Tanto los profesores como los estudiantes y los centros de trabajo en educación se encuentran (nos encontramos) en una marea de corrientes cambiantes por donde acecha el leviatán ignominioso de la pasividad. Nos encontramos con el uso de los recursos tecnológicos comprometidos en un tsunami interminable de herramientas que nos atraen, nos enamoran, nos confunden, nos agotan, nos fascinan y nos llevan a pensar y a veces soñar.

Conclusión

Es bien sabido y ya es de uso popular, que el uso de la tecnología y la educación a distancia apoyada de internet llegaron para quedarse; ya no se entiende la educación sin estas oportunidades, sin el uso de recursos digitales, sin internet, sin clases en streaming, sin simuladores, sin videos, sin redes sociales, sin plataformas educativas que permitan interacción, sin realidad aumentada, sin una inteligencia informática en constante actualización, sin la habilitación de las tecnologías de comunicación que nos lleven a invertir más en dispositivos y en conectividad, que en papel y en libros.

Sobrevivirán de manera destacada, útil y competitiva, aquellas escuelas que sepan adaptar de manera eficaz los procesos aprendidos en esta pandemia, de la misma manera que los estudiantes quienes mediante la observación consciente e inminente de una necesidad, tomen a la educación con la misma facilidad que toman un smartphone. Los profesores ya se han adaptado de manera eficaz a los tormentosos cambios tecnológicos y han invertido muchas horas, mucho dinero, muchos espacios personales en la transición correcta. Es ahora trabajo de las directrices educativas que sepan insertar efectivamente estos cambios mediante la aplicación de la teoría que, si bien no fue creada para este contexto, es aplicable, pues la mente humana sigue funcionando incluso sin Internet y diversificando sus focos de atención. El ser humano es perfectible y la aplicación de la tecnología en la educación también lo es.

 


 

Referencias

Peña-Correal, T. (2010) ¿Es viable el conductismo en el Siglo XXI?. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol13no1/contenido-serranopons.html

 

Pons-Diez, J. (2013). ¿Hay vida más allá del cognitivismo? Encontrando respuestas en la Psicología Social. Informacio Psicologica, (105), 110-129. https://www.uv.es/lisis/xavier/2013/inf-psicol-textfinal-art13.pdf

 

Serrano, J. M. y Pons, R. M. (2011). El constructivismo hoy: enfoques constructivistas en educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 13(1). Consultado el 16 de abril de 2021 en: http://redie.uabc.mx/vol13no1/contenido-serranopons.html

Picón, M. (2020, mayo). ¿Es posible la enseñanza virtual? Foro educacional, No. 34, págs. 11-34. Recuperado de https://doi.org/10.29344/07180772.34.2357

Indignante y vergonzoso

 

Aberrante. 
Esta cosa terrible es indigna de ser considerada en un análisis. 


Perla nocturna

Perlita tiene que salir a pasear todos los días a las once de la noche, porque si sale antes se asusta con los perros grandes, aunque también con los chiquitos y con los automóviles y con los pajaritos y con las hojas que vuelan con una ráfaga de viento. Por eso es mejor esperar a que la calle esté sola y nadie le moleste, así puede caminar tranquila con su saltito vacilador de la pata de atrás luego de que la atropellaran por correr emocionada y no fijarse, como dice papá, volteando para ambos lados antes de cruzar la calle. 

En el paseo se ve nerviosa y desconfiada, pero al llegar a casa es pura ternura (también un fastidio por las mañanas cuando grita junto al que compra colchones, licuadoras y fierro viejo que veeeendaaan), así, con sus patas cortitas y apariencia de cachorro nos hace caricias y se gana apapachos de todos, luego de su aventura nocturna.

86 increíbles años

A webo. Madre, cumpliste 86 años con SALUD, rodeada de mucho amor, con la adoración de muchísima gente y de perritos, de colibríes y de hámsters. Y cumpliste estos 86 años siendo el ejemplo más grande de fuerza, de pasión por vivir, de amor de ida y vuelta y de optimismo.
Cómo no hemos de amarte, si no hay otra sensación con la que se te pueda relacionar: Tu comida de toque delicioso que congrega y hace feliz a la gente; tu cabello cada día más blanco y suavecito; tus canciones infantiles de letras cambiadas, tus dedos que señalan más allá de lo que se ve porque es lo que tú tienes para nosotros; por eso, cómo no hemos de amarte.
Ahora que tienes una enorme colección nietos, bisnietos y ( otros a punto de llegar) y muchos amigos y una familia que te admira y muchos amigos que adoptaste como parte de tu familia, es obvio mirar que tu entorno te ama, que él mundo te adora, te respeta, te sigue, te aprende y absorbe el amor que te sobra y que entregas a través de mil canciones y de miradas y de manos de dedos chuecos, pero expertos en acariciar.
Sigue bailando, sigue cantando, sigue sonriendo, sigue acariciando el alma de todos, sigue viviendo optimista y sigue derramando amor.
Qué felicidad que hoy celebremos tu vida porque así celebramos nuestra vida.

Cuando los símbolos y los corazones lloran

El incendio en la Catedral de Notre Dame.


Ver desvanecerse entre llamas a un vestigio de la cultura, a un vestigio del poder creador y emancipador del espíritu humano, es ver mutilarse una parte del corazón de la humanidad. Sensaciones y emociones provocadas de manera tan triste y humillante como las destrucciones de los talibanes o las acciones genocidas de las culturas nativas.

Causa tristeza y consternación, además de un profundo cuestionamiento existencial acerca de la debilidad de la memoria y de los símbolos los cuales tienen que aferrarse a la materialidad para que a través del activador estético logren la trascendencia en el tiempo y a la vez, en las almas.

El poder de la iconicidad y los simbolismos, el poder inmenso de la materialidad y el poder avasallador del tiempo y de la naturaleza, que obligan al hombre a competir contra las condiciones de la naturaleza en un afán de preservar el amor que despiertan las experiencias estéticas, son los puntos que miran un vértice en el suceso del incendio en Notre Dame, en París.

Somos débiles y requerimos aferrarnos como salvavidas a los símbolos, somos débiles y requerimos la seguridad de nuestros símbolos, somos débiles y necesitamos soñar a través del arte, de la historia y de la unión de los espacios sagrados, con nuestras almas.

El respeto al arte, el respeto a las manifestaciones humanas y el miedo a los elementos de la naturaleza, nos hacen mirar la susceptibilidad y fragilidad del human, del homo sapiens, del hombre, de esta creatura que pretende conquistarlo todo, pero que al mismo tiempo se provoca laceraciones. Unas veces por decisión propia, otras porque quizá así tenía que ser y despertar esa reflexión.



La Comunicación corporativa en la posmodernidad


La comunicación es una relación entre dos sujetos que se entienden mediante una serie de signos que están codificados desde los convencionalismos que aprendemos culturalmente o que sistematizamos e incluimos en nuestro bagaje lingüístico. De la misma manera como existe una comunicación humana, existe la llamada Comunicación empresarial, donde las empresas se convierten en el organismo que inicia el proceso hacia el público; este proceso de transmisión y respuesta en un contexto colectivo, es lo que la misma industria de los negocios y los mercados conocemos como comunicación corporativa, gestión de marca o imagen corporativa.
Hablar de comunicación en las empresas, es hablar de las relaciones que se dan entre los usuarios de las marcas y las empresas; también entre los que no son usuarios y las empresas, y en las relaciones que surgen entre los usuarios y no usuarios de las marcas. Las empresas (micro, pequeñas, medianas o grandes) requieren de un contacto constante con el mercado, desde local, hasta el regional y -por supuesto- global, quienes habilitarán el valor de esas empresas en función de lo que comuniquen. El valor de la marca está decidido enteramente por su poder comunicativo con los mercados correspondientes, ya que de ellos depende la movilidad mercantil en ambientes estables o inestables, de desarrollo o estaticidad.
Los procesos de comunicación de marcas, implican el uso de los valores corporativos y de toda la caterva de leviatanes que devoran nuestra atención (mirada y pensamiento), y nuestros bolsillos. Ahí se encuentran los tradicionales medios masivos de comunicación (que cada día van perdiendo masividad y poder) y los medios digitales, junto con toda su parafernalia geek y metalingüística, además de sus prácticas BTL que cada día implican y modifican los nuevos poderes y nuevos procesos.
La Comunicación empresarial y las relaciones públicas, la publicidad, la promoción, la propaganda, y otros muchos términos llanos y tradicionales, de disciplinas y prácticas no tan disciplinadas pero que suelen evolucionar constantemente en la teoría, reconstruyendo al mundo global, hacen a las carreras y disciplinas de la comunicación  pública, un intrincado mundo alterno transversal pero al mismo tiempo paralelo que tiene su propia lógica y sus propios teóricos que sucumben en  el conato de teorizar y sistematizar las prácticas que repentinamente surgen como éxitos inexplicables y a sus propios usuarios.
La realidad es que la práctica comunicativa no abandona ni abandonará el esquema tradicional que desde hace miles de años Aristóteles manifestó. Lo que es importante en el proceso de comunicación empresarial, es la ética de la práctica, para que desde la honestidad y la congruencia, puedan funcionar los programas corporativos que permitan aumentar el valor de todos los actores involucrados. El usuario, sobre todo, debe no solamente experimentar una sensación psicológica, si no, un bienestar que sea físico y palpable que mejores las condiciones de su vida y de su entorno. No es este un manifiesto comunista pero surge desde la preocupación fehaciente del bien común.

¿Es mediante el escarnio de Trump, que reaccionamos en acuerdos y en enfoques?

¿Qué intención puede tener el mensaje presidencial del día de hoy 5 de abril de 2018 donde se le exige respeto al presidente estadounidense, mencionando lo que habían declarado los candidatos a la presidencia de nuestro país?
¿Simplemente pronunciarse para que haya alguna respuesta o postura?
¿Para exigir respeto?
pero ¿qué significa "exigir respeto"?
Si Trump continúa (que lo está haciendo) e intensifica su pronunciamiento, ¿qué ocurriría?
¿Es a través de la amenaza extranjera que se logra la unidad nacional, mientras entre nosotros nos acribillamos,  dejamos que nuestros políticos nos roben y se burlen de nosotros, o mientras nos avergonzamos de esos líderes que nosotros elegimos y que dejamos gobernar?
¿Es mediante el escarnio público que reaccionamos en acuerdos y en enfoques?, ¿para qué? ¿para seguirnos maltratando y envenenando como traidores, porque entre nosotros podemos jodernos?
La unión debe ser histórica, leal y honesta, congruente con los resultados que hemos vivido en 18, 20, 40, 80 o mas años, con los resultados que vemos en nuestros bolsillos, en nuestras despensas, en las veces que hemos sido asaltados, o en las veces que nos hemos aterrado de ver a nuestros vecinos secuestrados, asesinados o violados. La unión debe ser en esencia contra una vida de escarnio interno y de decisiones que no tomamos.
Pedimos respeto, cuando no somos capaces de respetarnos.
El enemigo está en el aire y la razón acabará con él. 
Seamos razonables.


Infografía por: Anaís Berlín Martínez



Basado en la publicación:
http://interactivo.eluniversal.com.mx/2018/mejores-universidades-2018/#page/1

La fotografía como registro de la irrealidad

La fotografía no es el soporte gráfico de la realidad.
Sergio Guillén




La realidad se percibe de manera individual. Así pues, la realidad depende de la percepción que apela a la sensación provocada en los sentidos, por factores externos o sea, en los registros internos corpóreos, producto de las terminales nerviosas que son sensibles a los estímulos que afectan al cuerpo humano.

La disputa por la percepción versus la realidad gira en torno a entender que la realidad provoca a las sensaciones, las cuales son procesadas intelectualmente, desde los filtros medioambientales, hasta los contextualmente inefables filtros culturales. Dicho procesamiento de información, se convierte en imagen (partiendo de la idea de que una imagen es producto etéreo porque proviene de la imaginación) susceptible de ser interpretada, creando conceptos abstractos de las cosas, desde su función estética.

La imagen de acuerdo con lo anterior, es la manera en que entendemos o procesamos la información que recibimos desde algún estímulo ajeno a quien percibe. Por ello, es que esa información (imaginaria –propia de la imagen-) genera conceptualizaciones de la realidad.

Para entender la idea de lo que es un concepto, podemos partir de clasificar el cómo interpretamos los signos existentes. Si un signo tiene una función meramente icónica o representativa, no podrá ser interpretada de ninguna otra manera, más que lo que se ve; en este punto, el signo es evidencia del significado mismo, pues al ser un signo denotativo, referencial y objetivo, no requiere interpretaciones. Un signo con valor icónico, siempre será objetivo, teniendo como base la primeridad de su significación: una fotografía de un árbol que pretende transmitir la idea de un árbol, tiene ese significado primario, aunque el sujeto que lo perciba no conozca o nunca haya visto un árbol. Lo que él perciba, es esa idea primaria, que luego de ser aprendida por el estímulo, ya podrá ser significada de manera objetiva. Si nunca en mi vida he visto un árbol, ese objeto que tiene hojas, tronco, ramas y que pertenece a la naturaleza; si bajo esas circunstancias veo una fotografía de un árbol (que yo no sé que eso es un árbol), adquiero una postura intelectual al respecto. Si después de ver esa fotografía, veo al objeto, mi interpretación/significación de la realidad será asociada a los dos elementos, al signo y al objeto representado. Ese objeto va a ser calificado por mí (en función de mis contextos culturales, académicos, sociales, ambientales, religiosos, y cualquier otro factor contextual), desde la función estética, volviéndose tanto la imagen, como el objeto, dos elementos que antes eran objetivos, en algo meramente subjetivo, o propio de mi (el sujeto que interpreta), desde mi experiencia con el objeto, con el signo, o con ambos.

La imagen fotográfica nunca tendrá significaciones objetivas aunque:
1. El fotógrafo pretenda marcar su trabajo con un estilo propio y definido.
2. La fábrica pretenda “marcar con su marca” las fotografías que se hagan con sus cámaras, con su tecnología, su óptica, su procesamiento de imagen.
3. El soporte, ya sea una exposición de arte, un libro, una revista o cualquier otro, marquen el contexto de la imagen para pretender significar objetivamente.

La imagen aunque icónica, se vuelve siempre subjetiva pues pertenece a un proceso intelectual, a una serie de calificaciones que los sujetos realizan de la realidad en la que están inmersos. La fotografía de cualquier índole, es subjetiva, ya sea la fotografía periodística, la científica, la publicitaria, la artística o cualquier otro tipo, incluyendo las que aparecen en las credenciales o en los catálogos. La fotografía será el registro de la irrealidad, de la realidad del objeto por un lado, pero de la realidad producto de la visión del fotógrafo y de la visión del espectador-usuario.

La fotografía será imagen de la irrealidad, imagen de lo que no está ni visual, ni sensiblemente para todos.

De política y otros monstruos

Imagen de Fabian Giles. 
Cada vez que un imbécil logra su objetivo imbécil, muere un rayo de luz. Y la validación a ese objetivo provoca sensaciones confusas y encontradas porque los fines sombríos y grotescos nunca permitirán la sutileza de lo sublime. 

Los monstruos más poderosos son fabricados por las masas y cada vez, esos monstruos nacen con más poder y van creciendo en un marco donde esa estupidez  y esas sombras se siguen valindo porque creen que ese poder se transfiere al admirarle o al seguirle y pretender ser como ellos, pues esos imbéciles creen que seguir a esas sombras es una extensión de ellos mismos con lo que se haría realidad el ansia egoísta e idiota que les valide los sueños perversos y primitivos.

Los más optimistas verán alguna luz y futuro de oportunidad. Lástima que esa luz sea para apenas algunos y lástima que sea una realidad que valide el lado obscuro del alma de millones de idiotas. Sigo sintiendo tristeza, angustia y miedo. Y c ontinúo espantado por la fuerza terrible de la sombra desatada que apenas asoma sus primeras garras. 

Trabajar por y desde la conciencia es nuestra arma de emancipación, exigiéndonos más amor en nuestras manos y en nuestras miradas, más amor en nuestra mente y en nuestra voz que permita dirigirnos así, con amor y en una fuerza conjunta de fines colectivos.

Cumplir ochentaytantosmil años

Ah que mi madre siempre tan cumplidora: mi madre me cumple todos mis caprichos, ella siempre cumple, y como hoy, también cumple años.Cumplir proviene Del latín complēre 'llenar', 'completar'. En sentido estricto, entonces mi madre no ha cumplido, pues aún tiene pendiente un pedazo del mundo por devorar. Según el diccionario de la academia de la lengua española, algunas de las definiciones de “cumplir”, son:
1. tr. Llevar a efecto algo. 2. tr. Remediar a alguien y proveerle de lo que le falta.10. intr. desus. Bastar, ser suficiente. 11. prnl. Verificarse, realizarse.Entonces, de acuerdo con esas definiciones, a mi madre, se le debería celebrar por cumplir siempre. Cumple años, muchos, muchos años; cumple deseos como hada madrina; complementa las usencias del corazón a quien se acerca con ella; se verifica en sí misma como un ente divino que sangolotea el entendimiento y provoca sensaciones de plenitud con sus miradas, palabras y encanto.Pues así es esta señora que hoy cumple ochentaytantosmil años y por ello celebro.

Feliz cumpleaños Doña Queta.

Corazón quebrado

Los corazones rotos son corazones. Existen como corazones y aunque estén así, rotos, siguen siendo corazones. Son los mismos corazones que se llenan de alegría en navidad y en un cumpleaños, son los corazones que abrazan a los recién nacidos hijos y que los cuidan y los seguirán cuidando pprque son parte del mismo corazón. Los corazones se abollan, se aplastan, se raspan... Pero siguen siendo corazones con poderes extraordinarios y sublimes, son corazones siempre dispuestos a servir amando y buscando ser amados. Los corazones rotos no sufren, nos hacen sufrir, los corazones rotos juegan con nuestras mentes mientras ellos se hacen pasar por lisiados y olvidados. Los corazones son fuertes, son poderozos corazones que fingen debilidad para que encontremos la fortaleza en la razón y no solo en el corazón. Los corazones rotos son una excusa para recibir miradas y recibir apapachos, son excusa para creerse merecedor, son excusa para sonreir con alguien y para probar a ver quien nos quiere.

Modelo de análisis de obras de comunicación visual

  El presente modelo de análisis es un primer acercamiento a una metodología semiológica que permite un elocuente descubrimiento del uso del discurso y su valoración en cuanto a efectividad. Se contemplan cuatro sencillas etapas que sin duda por ser de caracter cualitativo, limita su eficacia ante un uso superfluo.
  1. Antecedentes contextuales
  2. El objeto de comunicación visual
  3. Significaciones  
  4. Conclusión
1. Antecedentes contextuales
Conocer el contexto.
El autor o diseñador del mensaje, debe tener clara una plataforma desde la cual se basa el objeto de comunicación. Qué pretende decir. Cuál es el tipo de discurso que aplica. En qué lugar se pretende difundir el mensaje. A quién se pretende llegar.
En esta etapa del modelo de análisis, se pretende saber qué es lo que se pretende decir o comunicar. Puede verse como la premisa principal  del discurso.
Discurso:
El qué se dice y cómo se dice. Todo objeto de comunicación  forma parte de un discurso y todo discurso es portador de una ideología (dominante). No hay ideología sin un discurso que la materialice.

2. El objeto de comunicación visual
Describirlo, ocupar un metalenguaje adecuado para un especialista (composición, formas utilizadas, posiciones, colores, texturas, imágenes, espacios en blanco, fuentes tipográficas, acomodos, etc.). En esta etapa del modelo de análisis se pretende conocer todos los elementos visuales (incluyendo los lingüísticos) que integran el objeto de comunicación y que van a comunicar en conjunto, lo que se pretende. O sea, cómo es, cómo está construido.

3. Significaciones
Esta etapa, intentará encontrar los significados sistemáticos (el objeto de comunicación como sistema) donde todos los elementos que lo integran tienen una función o cumplen un papel bien determinado.
Todos los elementos detectados, deberán calificarse o valorarse en cuanto a su función estética. Darle significados a todos los elementos visuales, valorándolos o calificándolos de acuerdo a su posición jerárquica en la composición.
Qué significa una tipografía san serif o una patinada; qué significado puede aportar una imagen fotográfica a colores o en blanco y negro; qué imagen da un dibujo simple a tinta, o una ilustración realista; qué puede significar o qué utilidad puede aportar algún elemento como plecas, cenefas, fondos planos o fondos degradados, texturas, etcétera.

4. Conclusión
La conclusión se compondrá de una redacción con valor narrativo que explica de manera general el objeto, intercalando los puntos 1, 2 y 3 para alcanzar la elocuencia y no dejar cuestionamientos sueltos que pudieran comprometer la eficacia del análisis.


A César Concha in memóriam

Realmente sabía que no lo volvería a ver, que no volvería a saludarle ni a agradecerle en persona por la amabilidad de su voz y de su abrazo. Sin embargo, deseaba despedirme, visitarlo en su casa y charlar brevemente como siempre eran nuestras charlas: sin intensidades incómodas, ni reclamos, solo narraciones de vida y puntos de vista dirigidos a la emancipación; deseaba despedirme, verle, escuchar su voz casi gangosa por el esfuerzo de hablar; deseaba mirar sus ojos concentrados en la nada y en todo como si ahí mirase las respuestas sin creer en ellas; deseaba mirar su mano estrechar la mía y su abrazo arropar el mío como encontrando la imagen paterna que suelo buscar. 

Sabía que se apagaba su fuego dejando sus brazas encendidas en otros: en otros ojos y otras manos, desde ese corazón de suturas y consecuencias, hasta ese cerebro exhausto por imaginar y soñar tanto. 

Él se iría pronto, yo lo sabía y recordaba la amabilidad y la ternura hacia mis hijos y hacia su nieto, hacia mi madre y hacia mi. Recordaba sus ganas por no estar aunque siempre se levantaba, y escribía una historia distinta en las mentes quienes le conocimos; recordaba su estampa disminuida por la edad, pero enaltecida por su pasado. Lo recordaba y me lamenté permanecer ausente cuando unas frías letras se inyectaron en mis huesos al conocer lo que era inminente; ahora sólo me queda agradecerle, Don César, a través de su familia a manera de honor, con amistad y amor sincero a ellos y a su memoria.