De política y otros monstruos

Imagen de Fabian Giles. 
Cada vez que un imbécil logra su objetivo imbécil, muere un rayo de luz. Y la validación a ese objetivo provoca sensaciones confusas y encontradas porque los fines sombríos y grotescos nunca permitirán la sutileza de lo sublime. 

Los monstruos más poderosos son fabricados por las masas y cada vez, esos monstruos nacen con más poder y van creciendo en un marco donde esa estupidez  y esas sombras se siguen valindo porque creen que ese poder se transfiere al admirarle o al seguirle y pretender ser como ellos, pues esos imbéciles creen que seguir a esas sombras es una extensión de ellos mismos con lo que se haría realidad el ansia egoísta e idiota que les valide los sueños perversos y primitivos.

Los más optimistas verán alguna luz y futuro de oportunidad. Lástima que esa luz sea para apenas algunos y lástima que sea una realidad que valide el lado obscuro del alma de millones de idiotas. Sigo sintiendo tristeza, angustia y miedo. Y c ontinúo espantado por la fuerza terrible de la sombra desatada que apenas asoma sus primeras garras. 

Trabajar por y desde la conciencia es nuestra arma de emancipación, exigiéndonos más amor en nuestras manos y en nuestras miradas, más amor en nuestra mente y en nuestra voz que permita dirigirnos así, con amor y en una fuerza conjunta de fines colectivos.