El retroceso del diseño se distingue en la aparente facilidad de hacerlo


Cuando comencé a estudiar diseño, en la universidad me decían que era muy importante conocer una serie de disciplinas que me permitieran tener una visión universal del mundo, por eso, la filosofía, la investigación, la lógica y las matemáticas, las ciencias sociales y humanas se convirtieron en un eje fundamental para comprender la esencia, la aplicación y hasta la metodología para ejercer el diseño de una manera profesional, ética, responsable y comprometida. Ejercer el diseño debe entenderse desde varios frentes, ya que el ejercicio de algo no denota la sola idea de la ejecución material, si no la aplicación en cualquiera de sus campos, incluyendo los teóricos, los interdisciplinarios y los de impacto social a través del análisis de las funciones de los medios de difusión. Hacer diseño no es fácil, ni debe mirarse como el ejercicio de un oficio superfluo o artesanal. El diseño conforma una rama importante en la cultura material, pero con la responsabilidad histórica de incidir en todos los campos del conocimiento humano y de sus manifestaciones intelectuales y sociales. En la historia, nos hemos encontrado con que el diseño y la expresión de los elementos gráficos comienza quizá con gente que se especializó en plasmar mediante recursos técnicos, las ideas o acontecimientos, como en las pinturas rupestres o en el caso de la mayoría de las culturas más modernas como los jeroglíficos, la escritura cuneiforme, los bajorrelieves, los códices prehispánicos o hasta los copistas medievales. Así es que en el siglo XIX y en los albores del siglo XX participan pintores, escultores, arquitectos y otros profesionales que con una visión estética, pretenden manejar los signos de comunicación pública sin considerar aspectos sociales o culturales, por ejemplo los catálogos coloniales de los habitantes de la Nueva España con sus vestimentas regionales utilizando modelos espigadas de tez blanca y rasgos finos que más parecen de pasarela que documento etnográfico. El diseño no es fácil y requiere la especialización en las áreas más diversas pero necesitando profundidad, método, sustento teórico y cuidado social. Esa preparación se adquiere no en las escuelas actuales, ni en las academias mas prestigiadas, se adquiere a través de toda una historia personal llena de interés y de investigación. Por eso, al afirmar que el diseño barato es diseño vulgar porque carece de esas bases intelectuales que le garanticen una función y que se responsabilicen de sus efectos y defectos hago una crítica a aquéllos que piensan que el talento lo es todo o a los colegios, academias y universidades que ofrecen una preparación adecuada en diseño pero que en sus planes de estudios no tienen áreas teóricas suficientes ni programas académicos que despierten el interés por la preparación integral de los individuos. Un sujeto cualquiera que posea un equipo informático es capaz de dibujar, animar, diseñar, programar si cuenta con las aplicaciones que se lo permitan y que además se consiguen con gran facilidad. Pero es con esa facilidad de acercarse al diseño que se va gestando y se entiende la sub valoración del profesional; entonces si los egresados de los colegios que ofrecen la prontitud de la carrera y las instalaciones magníficas para manipular los materiales y las técnicas y que cuentan con esa escasa oferta de preparación humanista logran que la carencia de las herramientas teóricas mermen su potencial y abaraten su ejercicio profesional haciéndolo vulgar. Otro caso importante a destacar en este mismo eje es la práctica docente, ya que cuando los profesionales que poseen dichas herramientas se ven imposibilitados a ejercer mediante la docencia una preparación integral como la que se ha mencionado en párrafos anteriores porque los programas académicos se enfocan a la técnica y no a la teoría, también están dentro del fenómeno de la vulgarización del diseño. ¿Desde dónde parte entonces la vulgaridad del diseño barato, y qué implica socialmente ese fenómeno? Pienso que ese diseño barato, que el diseño vulgar es retroceso; que el aprendizaje humano a través de su historia no ha dejado huella entonces en la práctica del diseño. La idea de la globalización nos debe orillar como diseñadores a rescatar aún mas, la parte educada y distinguida de nuestra profesión pues nos enfrentamos a un mundo mucho más grande de lo que podíamos imaginar y que está en constante movimiento, así que si no nos movemos a ese vertiginoso ritmo con la consciencia responsable estaremos dejándonos llevar por las corrientes en lugar de forjarlas. El diseño es vulgar cuando carece de la educación que le permita distinguirse como algo bien hecho, cuando pasa a la simple práctica y no se preocupa por ser pensada o cuando se busca solo cumplir con la función estética. Recordemos que como diseñadores, nos encargamos de la elaboración de mensajes de carácter público, así que un buen mensaje debe responder de manera adecuada a todas las funciones comunicativas y a las condiciones semiológicas en que se geste y se implemente dicho programa de comunicación. Somos diseñadores, no artesanos ni técnicos. Nosotros somos uno de los ejes de la parte intelectual de las manifestaciones culturales ya que ayudamos a formar a la sociedad pues contribuimos en su proceso de educación desde su nacimiento. 

5 comentarios:

Fabian Falcon dijo...

¿¿y quien dijo que hacer diseño es fácil??

dibujar, pintar, o hacer cualquier garabato es fácil, pero eso no es el diseño...

se deben de tener las bases teóricas para que se pueda hablar de un buen diseño, justificar, desde la línea mas pequeña, hasta el color y el acomodo de las imágenes, se debe hacer un estudio del espacio donde se llevará a cabo, puesto que no todas las culturas son iguales; pues lo que es bueno para una, puede ser malo para otra.

si no se hace un estudio a fondo caeríamos en el styling o diseño efímero, un buen diseño no es aquel que se vea estético o "bonito", si no aquel que comunica, que es objetivo y por supuesto ético...

y cabe señalar que se debe tener conciencia del impacto visual que traerá cada diseño en el receptor.

OmaresAmadorMata. dijo...

Claro que por supuesto que el diseño no es fácil, nada fácil como lo podrían intuir demás personas, el diseño es toda una profesión y para hablar de profesión se tiene que ser un profesional.
Un buen diseño se tiene que pensar, visualizar y llevarlo a la actuación para que cumpla con su verdadero trabajo.
Debe de forjar estructuras 100% sólidas que nos permitan desarrollar un buen diseño grafico, y no simplemente saturaciones de ideas o mensajes que nadabas nos hacen sufrir mareos.
El diseño grafico es comunicar gráficamente de una manera responsable y muy inteligentemente para que este no se convierta como en lo que a muchos les pareciera ser, que es crear dibujos y letritas, pero en fin.
Diseñadores manos a la obra….

Anónimo dijo...

"justificar desde la línea más pequeña" muchas veces está lo único que consigue es quemar la creatividad. Justifiquemos, pero no desde el punto más pequeño.

Anónimo dijo...

bueno de eso ya muchos se han dado cuenta...
ahora cualquier bastardo que tenga photoshop se cree diseñador (hijos de puta)
tal vez yo no sea el alumno perfecto o el gran diseñador del siglo, pero aunque no lo crea si se de lo que estoy estudiando y aplico esos conocimientos en mi vida diaria y en algunos trabajos que me llegan, y estoy orgulloso de decir que soy un diseñador grafico (aunque no tenga el titulo todavia).
ser diseñador es algo que se lleva en la sangre y no es solo tener todo el suite de Adobe en una computadora para ser diseñador, para ser diseñador hay que tener conocimientos de el y no solo ser un maldito flagero.
de: Luis Ramón Ramiréz Pedroza
psd: Disculpe las faltas de ortografia -_-;

Anónimo dijo...

Creo que el principal problema se gesta en los centros de formación de diseñadores (de todo tipo) donde se les enseña un conocimiento puramente técnico al respecto de la disciplina sin una reflexión, claramente necesaria, sobre la teoría del diseño (que por cierto esta en crisis en este momento, y por consiguiente en formación). Sumado esto a la falsa suposición de que el diseño es una carrera fácil lo que atrae a dichas instituciones alumnos con expectativas erradas que suelen desertar a la mas mínima complicación en cuanto a las materias a estudiar. Lo que conlleva una infinidad de centros que aprovechando ese nicho de mercado dan una formación pobrisima de donde salen muchos de los pseudo-diseñadores a los que se refiere el articulo.

Pero el problema de fondo es mas grave, incluso en centros de formacion seria, muchas veces, no se plantea la reflexión sobre la disciplina (o no se le da la relevancia que deberia tener) de manera que; los mismos diseñadores, al no ser conscientes de los conocimientos específicos que poseen no la respetan de la manera adecuada, no saben bien definir y distanciar sus conocimientos de los del común de la gente (lo que no implica que no los tengan). Cosa que inevitablemente nos condena a ser quienes hacen dibujitos y creo que de ahi mismo deviene “la aparente facilidad de hacerlo”.
Si los diseñadores nos formáramos en el estudio y la reflexión de nuestra propia disciplina nos distanciaríamos mas concientemente de los conocimientos de “cultura general” o del “gusto estético” o como quieran llamarlo, y nos instaurariamos en el mismo pedestal que estan otras disciplinas que merecen tanto respeto como la nuestra.

Es una humilde opinión de un estudiante de una licenciatura en diseño gráfico.

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