Modelo de análisis de obras de comunicación visual

  El presente modelo de análisis es un primer acercamiento a una metodología semiológica que permite un elocuente descubrimiento del uso del discurso y su valoración en cuanto a efectividad. Se contemplan cuatro sencillas etapas que sin duda por ser de caracter cualitativo, limita su eficacia ante un uso superfluo.
  1. Antecedentes contextuales
  2. El objeto de comunicación visual
  3. Significaciones  
  4. Conclusión
1. Antecedentes contextuales
Conocer el contexto.
El autor o diseñador del mensaje, debe tener clara una plataforma desde la cual se basa el objeto de comunicación. Qué pretende decir. Cuál es el tipo de discurso que aplica. En qué lugar se pretende difundir el mensaje. A quién se pretende llegar.
En esta etapa del modelo de análisis, se pretende saber qué es lo que se pretende decir o comunicar. Puede verse como la premisa principal  del discurso.
Discurso:
El qué se dice y cómo se dice. Todo objeto de comunicación  forma parte de un discurso y todo discurso es portador de una ideología (dominante). No hay ideología sin un discurso que la materialice.

2. El objeto de comunicación visual
Describirlo, ocupar un metalenguaje adecuado para un especialista (composición, formas utilizadas, posiciones, colores, texturas, imágenes, espacios en blanco, fuentes tipográficas, acomodos, etc.). En esta etapa del modelo de análisis se pretende conocer todos los elementos visuales (incluyendo los lingüísticos) que integran el objeto de comunicación y que van a comunicar en conjunto, lo que se pretende. O sea, cómo es, cómo está construido.

3. Significaciones
Esta etapa, intentará encontrar los significados sistemáticos (el objeto de comunicación como sistema) donde todos los elementos que lo integran tienen una función o cumplen un papel bien determinado.
Todos los elementos detectados, deberán calificarse o valorarse en cuanto a su función estética. Darle significados a todos los elementos visuales, valorándolos o calificándolos de acuerdo a su posición jerárquica en la composición.
Qué significa una tipografía san serif o una patinada; qué significado puede aportar una imagen fotográfica a colores o en blanco y negro; qué imagen da un dibujo simple a tinta, o una ilustración realista; qué puede significar o qué utilidad puede aportar algún elemento como plecas, cenefas, fondos planos o fondos degradados, texturas, etcétera.

4. Conclusión
La conclusión se compondrá de una redacción con valor narrativo que explica de manera general el objeto, intercalando los puntos 1, 2 y 3 para alcanzar la elocuencia y no dejar cuestionamientos sueltos que pudieran comprometer la eficacia del análisis.


A César Concha in memóriam

Realmente sabía que no lo volvería a ver, que no volvería a saludarle ni a agradecerle en persona por la amabilidad de su voz y de su abrazo. Sin embargo, deseaba despedirme, visitarlo en su casa y charlar brevemente como siempre eran nuestras charlas: sin intensidades incómodas, ni reclamos, solo narraciones de vida y puntos de vista dirigidos a la emancipación; deseaba despedirme, verle, escuchar su voz casi gangosa por el esfuerzo de hablar; deseaba mirar sus ojos concentrados en la nada y en todo como si ahí mirase las respuestas sin creer en ellas; deseaba mirar su mano estrechar la mía y su abrazo arropar el mío como encontrando la imagen paterna que suelo buscar. 

Sabía que se apagaba su fuego dejando sus brazas encendidas en otros: en otros ojos y otras manos, desde ese corazón de suturas y consecuencias, hasta ese cerebro exhausto por imaginar y soñar tanto. 

Él se iría pronto, yo lo sabía y recordaba la amabilidad y la ternura hacia mis hijos y hacia su nieto, hacia mi madre y hacia mi. Recordaba sus ganas por no estar aunque siempre se levantaba, y escribía una historia distinta en las mentes quienes le conocimos; recordaba su estampa disminuida por la edad, pero enaltecida por su pasado. Lo recordaba y me lamenté permanecer ausente cuando unas frías letras se inyectaron en mis huesos al conocer lo que era inminente; ahora sólo me queda agradecerle, Don César, a través de su familia a manera de honor, con amistad y amor sincero a ellos y a su memoria.


15 de mayo 2015

Tengo una larga lista de colegios en los que he colaborado siempre de manera exitosa, siempre con altas expectativas principalmente en cuanto a mi labor social y humanitaria, siempre como una manera de redimir mis frustraciones y mi colaboración con el mundo. 
Soy profesor desde hace mas de la mitad de mi vida y de mis sueños de trascendencia; desde que quise dar clases por querer dar clases y por regalarle a mi familia (y a mi mismo) el orgullo de la colaboración social y la lucha libertaria de la dignidad humana. 
Miles de estudiantes han estado frente a mi, desde aquellos que con esperanza y eternas sonrisas buscan conscientemente ser felices y otros incrédulos de si mismos que buscan atención y el apapacho de la mano firme. Desde ancianos, adultos, adolescentes, niños y niñas que ahora son exitosas personas (pues se notan felices con sus vidas), mamás y papás que transmiten a sus familias y a su entorno esa sublimación del espíritu que se llama amor, hoy reconozco que haber compartido su vida conmigo a través de las aulas, me ha hecho ser feliz. 
Soy profesor porque quise ser profesor, porque quise no morir, porque quise volar y merecer lo que tengo, porque soy arrogante y congruente, porque soy humano y  me preocupa el problema de la incertidumbre eterna, porque me gustan los retos y me gusta vencer, porque gracias a las escuelas (y la mayoria de las veces a pesar de ellas) es que esos alumnos, esos que están en el camino de ser iluminados, depositan su confianza en sus maestros. 
Alumnos de secundaria, de preparatorias públicas y privadas, alumnos de maestrías y de posgrados, y a mis alumnos universitarios, a mis amigos y compañeros que realizan su trabajo dignamente, a los negocios de la educación que se han beneficiado de mi y de mis sueños, gracias.
Ser profesor y ser diseñador, sin duda me acerca tanto a Dios que no distingo si él está en mi o yo estoy en él.
Feliz dia del maestro 2015 y todos los que vienen.

Verte

Necesito verte, verte sin mirarte, verte sin observarte, sin escudriñarte, sin esperar respuestas, sólo verte.

Verte con mis manos y verte con mi piel y trenzarnos en un abrazo que dure por siempre, que se quede marcado en nuestros cuerpos, así, como tatuados, así como si fuésemos parte del otro, extensión del otro, parte del otro. 

Necesito verte sin mirarte, sin hablarte, verte con el pecho y con esos latidos mutuos decirte lo que siento, sin oralidades, sin letras, solo con llantos y presencias

Mi origen hace 80 años


Coacalco, México, a 23 de julio de 2014. Los primeros 80 años de Doña Queta, una cifra que se escribe con solo dos dígitos pero que se traza con una vida de amores, de sonrisas, de soles y de lunas interminables. 

80 años con el dígito que es igual al símbolo del infinito, como infinita es la huella que su lacónico paso en el mundo ha marcado y que es trascendencia. 

Esta es la primera celebración de 80 años que me toca vivir para alguien a quien amo más que a mi mismo: mi origen, mi fuente de vida, mi ejemplo, mi madre.

Vivir sin vesícula para no morir de amor

Una vesícula es como un amor pasado: no sirve para nada mas que para causar dolor. 
Perder una vesícula vale más por perder unos gramos y los dolores que puede provocar, dejando una cicatriz que no es importante puesto que solo queda como recuerdo pero al mismo tiempo asegura que jamás volverá a doler. Yo creo que tengo como 10 vesículas infectadas y purulentas que es necesario expulsar ya sea con rayo láser, con cirugía o con meditación.
Quizá las vesículas son entes inteligentes que se depositan en nuestros organismos para jodernos la vida y para darles trabajo a los médicos, han de ser un invento de la mafia médica para que se ocupe a los doctores constantemente. También es probable que las vesículas hayan sido creadas por los demonios del imperio yanki dado que tienen en su naturaleza la cualidad de mutar velozmente y mimetizarse en páncreas o en otra clase de tripa o de mutar incluso en artefacto y convertirse en clavo. Si un clavo saca a otro clavo, entonces una vesícula saca a otra vesícula aunque solo sea un disfraz o una ilusión.
Entonces la vesícula al ser un símbolo de amores dolorosos y pasados deben ser ignoradas y excluidas de toda atención tal y como si no estuvieran ahí, sin embargo es inminente convivir con ella o de plano extirparla para que jamás, nunca, vuelva a provocar ni molestias ni dolores y dejar un espacio temporal para esos amores que ni duelen ni se vuelven huéspedes permanentes.


Babel

Eran unas ganas enormes de escribir, tan grandes que las palabras se amontonaban, las letras se apretujaban y se volvía una Babel de tinta y papel.

Hacía más de cuatro décadas que había empezado a ocupar espacio en este mundo y hoy, luego de dos años exactos después de esas interminables horas de vida, de sueños, de risas, de lágrimas, de emociones desbordadas, se encontraba en un llano cálido, abrazador, rodeado de pasto seco y crecido, de nubes blancas pequeñas y de olvidos tan agudos que lastimaban la frente y el pecho.

Hacía tiempo que había cumplido sus sueños, hacía tiempo que había logrado crecer hasta devorar el mundo. A grandes bocanadas de palabras, de letras no escritas pero imaginadas, de ojos absortos y de miradas esquivas, bocanadas de cielo que envuelve al mundo.

Pero hacía tiempo también que había quedado sordo de sí mismo y sus ojos habían rodado por la arena suelta cubriéndose de pequeñas rocas que distorsionaban su mirada. Solo veía y escuchaba al viento pasear frente a él, por detrás, por arriba y por debajo, en sensaciones de estar flotando y soñando con la dignidad humana, con la congruencia y la razón. Si. Era ciego, era sordo, era pobre de maldad y vasto de anhelos. Veía sensaciones y experimentaba placeres del mundo como si fuera el nirvana. Lamentable postura de comodidad; lamentable por terrible, por tremenda y por siniestra. Lamentable por fútil y vana. Sin embargo, nunca hubo más verdad y certidumbre en él, nunca más ecuanimidad y laconismo. Esas percepciones paradójicas movían los vientos que le sacudían constantemente llevándole a golpearse con sus sinapsis de ficción.

Era feliz, tenía en sus manos la felicidad, la reconstruía constantemente, la abrazaba y la pulía, la destruía para regenerarla en afán de eternidad, su felicidad era perenne y su mirada ciega, su oído sordo y su mente llagada.

Ocurrió la implosión que nunca imaginó. Reventó hacia sí mismo en una alegoría de magia interna y de sueños cumplidos que le obligó a cerrar canales y a bloquear puertas, a camuflar sus llagas, a llorar en seco, a reír mostrar su consistencia de medusa, transparente y tersa, planeando  la implosión siguiente en tanto sus ausentes lágrimas reían tras las máscaras desechadas.

Babel ganaba una vez más ayudando a la dispersión de nociones, de emociones y poblando de demonios y ángeles el reino.

Volar

Volar en tu piel y en tu sangre. Volar en tus ojos y en tus esperanzas. Volar en tu tiempo sin existir tiempo. Volar sin ti, volar por ti, volar contigo. Pero volar volar con alas de angel y alas de demonio, volar como nube y como las sombras vuelan. Volar. Volar la imaginación y volar el sueño, volar la sensación y la emoción. Volar todo, volar y mirar lo que veo: Un mundo sin mi, un mundo de piedras y de agua, de mortales y de certezas, de mentiras y noblezas pero mirarlo desde arriba, donde habita Dios y habitan los ángeles. Volar con risas y con lágrimas, volar con llantos y con sangre, volar con felicidad y con tristeza, volar con anhelos y decepciones.


Mirar

Recién, cuando levanté mi rostro, miré hacia adelante de mí y encontré fuerza y sonrisa. Una fuerza y una sonrisa propia de un volcán de alegrías, si, de esos dulces de bolitas de amaranto endulzadas, volcán del que emana alegría como confeti llenando el cielo de colores que mi daltonismo disfruta como loco y con locura examinando los ojos que son cafés pero que veo azules y digo que son verdes. Recién miré levantando mi cabeza y enfocando con incredulidad mis ojos se llenaron de imágenes, que no conocía pero que soñaba, las imágenes de la sonrisa y del futuro, de las luces y del agua, del aroma y del tiempo.

No sé si necesito dejar de volar, volar me vuelve loco y me hace ver cabezas y no me deja ver las nubes desde abajo. Si yo vuelo, las formas de las nubes no son las mismas que los demás ven, por ello es que tú puedes mirar lo que miro yo y encontrar más nubes que las que miro yo y mostrármelas y compartirnos nubes.