Cinismo

Si yo escribo, como en este instante, lo hago en primera persona del singular, o sea con el YO; pero mi lector, ¿cómo lo lee?, mi lector ¿cómo lo decodifica?, mi lector (y así suele ser) lo lee desde el escritor, como si el lector estuviera escuchando (leyendo) las palabras de quien escribe.
¿Qué tan poderoso es entonces el proceso de lectura?, en oposición a esto, puedo mencionar lo que ocurre en la narrativa, donde no es igual leer una novela donde existe un narrador -personaje- o un escritor que narra la historia. En las poesías, al leer "Me gusta cuando callas porque estás como ausente", cómo lo debemos tomar, cómo lo debemos entender, ¿ocurre lo mismo si lo lee el autor del texto, el destinatario o un lector externo? ¿cómo funcionan las oraciones, las plegarias, los rezos que los fieles realizan en una liturgia católica? Ellos se aprenden los textos y los recitan a la letra, en un intento de que se apropien de las palabras vertidas, como si esas palabras surgieran de su intelecto, de su alma misma, de su corazón, de sus construcciones lingüísticas, de sus procesos personales de codificación o encodificación.

Por ejemplo, si le dedico un escrito a alguna mujer y esa mujer lo lee, dentro de su entendimiento ¿se dará algo como si yo se lo estuviera recitando con mi propia voz, con mi estilo, con mi ritmo? o lo lee con su propia visión de cómo le gustaría escucharlo? ¿o lo lee sólo como documento portador de información de carácter estético?

Si le escribo el siguiente texto a alguien, a manera de soliloquio, no como respuesta a algo que ella me escribió o me dedicó:
"Te estoy leyendo y en cada palabra me encuentro las cosas mas hermosas que yo no sabia que rtenía, lo que yo no era consciente de poseer, ni de ser. Se que te gusto tanto que me asusta tanta entrega, tanta lealtad, tanta pasión, tanta alegría y tanta luz. Eres maravilloso conmigo, eres magnifico y me lo demuestras, he percibido de ti esa energía tan poderosa que hasta asusta, quizá porque no he tenido a alguien que me lo diga y menos que me lo demuestre; quizá porque prefiero ser menos, quizá porque no me conozco, quizá porque no me atrevo a ser eso que ves en mi. Te admiro y odio tenerte lejos, pero odio mas tenerte cerca ya que no tengo la conciencia de lo que dices. Te leo y me encanta, te leo y me fascina, me haces volar y sonreír  pero jo me atrevo a llorar porque no te entiendo. Esto es placentero: leerte, pensarte, imaginarte distinto; sin embargo, paso minutos breves rehusándome a ti, así sin pensarlo; así, sin sentirlo, simplemente recordándote y rechazando lo que mis ojos ven; así, viviendo sueños que nunca serán mi realidad, viviendo sueños que no quiero vivir pero que son mas fáciles. ¿No te quiero porque no creo en mi... o no me quiero porque no creo en ti?"

Ese texto es una alusión a lo que espero que sea entendido con un texto romántico, como mencioné antes, no es un texto que sea una respuesta a lgo que me hayan deicado, sino un texto exprofeso para una persona. ¿Sería entonces pretensión de manipularle?¿es decirle lo que debe sentir? No tengo duda en que si, porque se convierte en una cínica manera de hacerlo, mientras que en un texto escrito de la manera tradicional de la narrativa puede pretender lo mismo, sin lograr la consciencia de ello.Es igual al cómo funcionan las oraciones, las plegarias, los rezos que los fieles realizan en una liturgia católica. Ellos se aprenden los textos y los recitan a la letra, en un intento de que se apropien de las palabras vertidas, como si esas palabras surgieran de su intelecto, de su alma misma, de su corazón, de sus construcciones lingüísticas, de sus procesos personales de codificación o encodificación.

En conclusión, intentaré escribir más con ese estilo para influenciar más aún a las personas.


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