Perla nocturna

Perlita tiene que salir a pasear todos los días a las once de la noche, porque si sale antes se asusta con los perros grandes, aunque también con los chiquitos y con los automóviles y con los pajaritos y con las hojas que vuelan con una ráfaga de viento. Por eso es mejor esperar a que la calle esté sola y nadie le moleste, así puede caminar tranquila con su saltito vacilador de la pata de atrás luego de que la atropellaran por correr emocionada y no fijarse, como dice papá, volteando para ambos lados antes de cruzar la calle. 

En el paseo se ve nerviosa y desconfiada, pero al llegar a casa es pura ternura (también un fastidio por las mañanas cuando grita junto al que compra colchones, licuadoras y fierro viejo que veeeendaaan), así, con sus patas cortitas y apariencia de cachorro nos hace caricias y se gana apapachos de todos, luego de su aventura nocturna.

3 comentarios:

Publicar un comentario