Treinta y diez


Hoy cumplo 30 y 10 años. El año que ha pasado estuvo lleno de cambios trascendentes, llenos de sueños, lleno de iras, lleno de alegrías, lleno de amores y de desamores. Lleno de éxitos y de fracasos, lleno de esperanzas y lleno de nubes de colores daltónicos.
El año que ha pasado fue como mirar los milagros de la vida y resumirlos en 365 días. Saberse lleno de amor y reconocimiento, lleno de enfados y desesperaciones, contrastan mi existencia y me permiten mirar a Dios de frente y entenderlo. Mis arrogancias y humildades, así como mis aciertos y mis equivocaciones llevaron a alguien que fue muy importante en mi vida a decir que necesitaba una lección de humildad. No dudo que así sea, pues no he dejado de aprender.
Mi daltonismo me ha permitido ver los colores del arcoíris desde mi mismo, me ha dejado construir soles y amores, me ha permitido soñar verde y rosa. El cielo está bajo mis pies y aprovecho para caminar decidido y firmemente sin soñar. Ahora, más despierto que nunca, a los 40 comienzo la vida de realidades y de sueños nuevos. Y si, el mundo es maravilloso, el mundo es perfecto para mí y me pertenece.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo a mis 30 y 10 sigo estando llena de sueños e ilusiones, igual, y quizá hasta más, que cuando era adolescente.

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