Filosofía de la educación


La práctica de la educación debe estar en función de situaciones de fondo, en función de todo lo que forma conciencia, carácter, esencia en el hombre, esencia de su práctica y de su finalidad; es la educación que como práctica filosófica encierre la libertad y la formación integral, puesto que en propuesta de la filosofía de la educación, solo mediante la implementación de estrategias que apliquen a la filosofía, se podrá educar y preocuparse por la educación real. Es sin duda bastante interesante la visión de una filosofía de la educación, una propuesta que abarque esencias, que abarque la raíz y que analice de fondo la transmisión de cultura humana En la educación, se debe promover la libertad y en el determinismo, podemos encontrar una tendencia muy tajante que no permite la elección (esto como crítica a las situaciones de manipulación: moral, psicológica, política, religiosa...); si el individuo no es libre, no es fácil que encuentre el sentido, el amor, el interés a la educación. Yo veo a la libertad como un camino hacia la identidad, hacia la moral, hacia la conciencia... solo en medida de que se sea libre, se va a tener la conciencia del mundo, se van a tener convicciones y el ejercicio de la ética puede prevalecer por sobre lo material. Considero bastante claro el sentido de la esencia humana, pero sin duda que resulta casi increíble que ese núcleo de identidad pueda existir, entendiéndolo más como un concepto objetivo que engloba las características que el autor descarta como parte fundamental de ese núcleo. A ese Núcleo de Identidad Personal, solo se puede llegar sin ayuda, sin influencia externa que dicte o sugiera. Esto motiva a buscar y a eliminar paradigmas que promuevan la creación del nuevo hombre que viva con su existencia y su esencia. El hablar de la educación desde un soporte humano, como filosofía, como ciencia que busca las causas primeras y fundamentales, que es accidente en el hombre y que es paralelo a la existencia del hombre pero ajeno a su esencia, no es difícil de entender, lo único que yo veo difícil es la aplicación práctica. De la Mora nos dice que el hombre está facultado para desarrollar cualquier capacidad o que es capaz de hacer de todo, puesto que solo necesita de la formación del hábito, que la habilidad se da gracias a la práctica, y que para el desarrollo de capacidades se requiere la asimilación y uso de los conocimientos. La razón es el fundamento de la práctica de la educación enmarcada por los valores y su arraigo en la esencia humana, y si la búsqueda perfectible humana está gracias a la existencia de la educación, el hombre depende siempre del resto de los hombres, se pierde aquí entonces la calidad de individuo, ya que aun en el arraigo esencial de los valores y su práctica, está dado por su contexto, está volviéndose entonces solo sujeto perteneciente a los demás. Sin embargo se habla de la causa ejemplar y de la causa eficiente. ¿Cómo puede darse esta causa ejemplar si el hombre en su perfectibilidad no logra la perfección? ¿Cómo lograrlo si es que somos (los educadores) susceptibles y accidentalmente distintos? Se redunda en la exaltación del valor, ya que la formación a partir de los valores en la enseñanza, en la educación, permiten al individuo la asimilación de lo bueno y conocer lo que no es bueno, por lo tanto, se estaría educando en la esencia, en una implicación práctica que se aprende y está dispuesta a ser transferida a otros. La problemática, es el proceso de la transmisión de estos valores y cómo son entendidos y manifestados. Si el valor es nulo, el educando estará impedido para poseer el valor, o si el valor no está expresado en su pureza y se trasgiversa la asimilación y la práctica de este, será distinta a la esencia del valor, entonces, se carecería de ello. La educación tiene como finalidad última lograr la perfección, crear al hombre sano, y productor de sanidad, integrado a la ecología y respetuoso de la integridad física propia y de los demás; el hombre integrado, productor, formador y forjador de la cultura, con valores estéticos y teológicos propios de su cultura, con valores económicos que busquen la justicia y que además sea libre y promueva la libertad; además un hombre que sea excelente en su práctica profesional y que sepa aprovecharla en bien de los demás, que sirva a su mundo y que permita el progreso cultural. Esta es la meta más real a alcanzar, estos son los objetivos más reales a los que la educación puede atender de primera instancia, y por lo tanto la labor del profesor creo que estará en esta línea.

AMBIENTES DE APRENDIZAJE

Para la realización del presente documento, se parte de la idea de que la creación de ambientes de aprendizaje no es un trabajo exclusivo del maestro, y que en el caso de los sistemas de educación donde los maestros son varios y con distintas personalidades, características y áreas de estudio, los ambientes deben corresponder a una comunión entre los docentes y los directivos. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se define como ambiente al “compendio de valores sociales, naturales y culturales existentes en un lugar y un momento determinados que influye en la vida material y psicológica del hombre”. De acuerdo con esta definición, se pone un ejemplo vivencial sobre la creación de ambientes escolares a nivel bachillerato en el Centro Cultural Universitario Justo Sierra, donde se experimentó acondicionar en cada salón de clases una planta y cuadros de pinturas o fotografías en las paredes, como característica de cada salón. Resultó una experiencia agradable ver que algunos alumnos adoptaban la planta y la procuraban y que hasta se envidiaban entre salones la apariencia de ese huésped. Era una oportunidad de que todos juntos colaboraran en establecer un ambiente físico diferente y un ambiente psicológico global que refiriera el cuidado y la identidad de cada salón. Los ambientes de aprendizaje y el desarrollo o creación de ambientes, se fundamentan -según Manuel Moreno Castañeda- en la disposición de todos los elementos que lo propician para producir un modelo basado en solidez y flexibilidad académica. En general, hay que considerar los aspectos materiales (como arquitectura del lugar y el equipamiento) y considerar también los aspectos subjetivos (como la afectividad, la interactividad, la cultura o la intencionalidad). Entonces, los componentes y aspectos con los que el educador debe trabajar considerándolos elementos constantes en cualquier lugar, son: à Entorno físico. Se refiere a las condiciones físicas, ya sea arquitectónicas y de paisaje en donde se pretende que se efectúe el proceso de enseñanza- aprendizaje. En función de una escuela, se integran en este apartado a los muros y la pintura, las ventanas, la ventilación, la iluminación natural y la artificial. Las medidas del espacio y la proximidad entre los integrantes del grupo y el enseñante son también factores que deben considerarse además de los recursos visuales y la utilidad de los mismos que haya en el mismo sitio. à Tiempo. Se refiere a los lapsos determinados que se contemplan y mediante los cuales se deberán abarcar los contenidos del currículum. El tiempo está previamente definido en las planeaciones, por lo cual si esta es adecuada, se podrá cuidar sin problemas dichos contenidos. à Currículum. Está determinado por los planes y programas oficiales que avalan las asignaturas. Podría decirse que se refiere en particular, a los contenidos planeados y declarados que deberán ser abarcados durante tiempos determinados. à Mediación pedagógica. Tiene que ver con la intervención pedagógica, o sea con el papel del instructor dentro de un aula o en un programa de enseñanza. La intervención pedagógica contempla la planeación, sin que sea solo eso, ya que la aplicación de tecnología y las técnicas pedagógicas forman parte de dicha intervención. En resumen, se refiere al trabajo real del contacto o relación entre enseñante y aprehendiente. à Las posibles interacciones entre los componentes anteriores. Las posibles interacciones, hacen de la labor pedagógica un reto ya que requiere de la combinación de habilidades, destrezas y capacidad de observación pero sobre todo, de planeación. Conocer desde el espacio físico o saberse adaptar a ellos, mediar con los contenidos y los recursos temporales, planear adecuadamente los aspectos en función de la habilidad de conocer a los aprehendientes, son retos de imperante solución para una correcta práctica. En las dimensiones del aprendizaje, la creación de ambientes se asume en cuanto a la instrucción efectiva, poniendo énfasis en cinco aspectos o dimensiones, siendo la que tiene mayor importancia para este trabajo, la primera: "Actitudes y percepciones", ya que las demás dimensiones hablan acerca de los contenidos, del manejo de la información, de la verificación y de la práctica de relacionar al alumno con el aprendizaje significativo. Esta primera dimensión se refiere a las actitudes y percepciones eficaces para el aprendizaje. En pocas palabras, la Primera dimensión puede resumirse en cuanto a reconocer qué estamos haciendo, como maestros para establecer esas condiciones adecuadas: 1. Si el salón es seguro Ÿ ordenado Ÿ limpio Ÿ cómodo el alumno experimentará sensaciones de bienestar físico, lo que permitirá la aceptación de las siguientes. 2. Sensación de sentirse aceptado tanto por sus compañeros como por el profesor, formando un ambiente de confianza y reconocimiento de identidad. 3. Generar confianza en que lo que hacen es relevante y posible hará de la motivación algo sencillo, pues el alumno la encontrará dentro de él mismo. Se trata entonces que el alumno esté a gusto emocional y físicamente en el lugar donde se pretende llevar a cabo el aprendizaje. El aprendizaje –dice Marzano- ocurre en un mar de actitudes y de percepciones. Por lo tanto deben procurarse los siguientes aspectos: 1. Lo que los alumnos sienten de su salón de clases. Ÿ Reconocer un lugar limpio y lograr la valoración de los beneficios de un sitio aseado. Ÿ La existencia de las condiciones de seguridad física para que no se exponga en ningún momento al alumno a daños a su persona o a sus pertenencias. Ÿ El permanente orden tanto del mobiliario como de los objetos de cada alumno reconociendo a su vez las ventajas de dicho orden. Ÿ La posesión del salón en cuanto a una apariencia agradable que vaya más allá de la simple apariencia de las condiciones arquitectónicas y que pueda provocar la sensación de arraigo e identidad de su salón. 2. La aceptación Ÿ Hacia él mismo, lo que tiene que ver con la autoestima. La confianza del individuo por él mismo deberá ser fomentada por el maestro y reiterada por los mismos compañeros. Esto permite el desenvolvimiento libre y familiar en el salón durante cualquier actividad (social o académica), además que es capaz de estrechar lazos afectivos entre los integrantes del grupo. Ÿ Por sus compañeros, donde existirá además una autorregulación y colaboración intrínseca. 3. Sobre el trabajo escolar Ÿ La relevancia en las actividades o tareas, o sea que pueda ser identificable con su realidad y contexto para que exista la asociación adecuada con su pensamiento y la motivación. Ÿ La existencia de lo posible. Se refiere este aspecto a que las tareas deben pertenecer a las posibilidades de madurez del alumno y que puedan ser resueltas en el tiempo y los recursos disponibles para evitar la frustración y la aberración a posteriori. Se considera entonces que un ambiente de aprendizaje adecuado se logra cuando todos en el salón de clase están a gusto: maestro y alumnos. Para esto, establecer los lineamientos juntos desde el inicio del ciclo escolar y que se revise y modifique (de ser necesario), será un recurso que favorezca a todas las partes involucradas. Dichos lineamientos son negociables o mejor aún, son propuestos por los alumnos mismos pero que deberán ser mediados por el maestro. Se hace la referencia en particular, al establecimiento de un Contrato Social que abarque: las condiciones físicas del lugar, que si bien no todo está en posibilidades de modificarse, sí se pueden hacer las adecuaciones convenientes; la relación cordial entre alumnos como norma y la importancia de la participación no como un acto de "medir" al alumno, si no como una manera de enfocar adecuadamente sus percepciones; la aplicación de los contenidos curriculares con enfoques cercanos a los alumnos como un elemento de motivación; y por supuesto, el papel del maestro que debe orientarse hacia la confianza, respeto y valor humano (recordar que el Humanismo es fundamental y que la práctica humanista contagia de valores a su contexto). Se trata entonces de que los ambientes de aprendizaje deben apoyar al estudiante en lograr aquellas metas que se han definido en una situación de aprendizaje. No debe desatenderse la idea de que esto será posible solo gracias al trabajo en conjunto y en congruencia con las expectativas de los centros de estudios. Un ambiente de aprendizaje no se da en el salón como origen, si no que participa la institución entera para ayudar a propiciarlo. BIBLIOGRAFÍA El desarrollo de ambientes de aprendizaje a distancia Moreno Castañeda, Manuel Una Aula Diferente: Enseñar con las Dimensiones del Aprendizaje Marzano, Robert 1992 Dinámica de grupos y educación. Fundamentos y técnicas. Cigriliano y Villaverde. Ed. El Ateneo 17° edición Enciclopedia técnica de la educación, Vol. I Editorial Santillana. México 1983 * Elaborado por , Sergio Ángel Guillén León

Comentarios sobre "El nuevo Maquiavelo"

El libro “El nuevo Maquiavelo”, como una obra basada en textos del mismo personaje de quien toma su nombre; es una declaración de muchos aspectos que deberían considerarse para lograr el éxito en una empresa, en un negocio o en la obtención de poder en cualquier ámbito de actividades. Maquiavelo, caracterizado por su radicalidad y su insensibilidad al dolor ajeno y su incansable búsqueda del logro de objetivos siempre pensados estratégicamente, es sin duda alguna, el parte aguas de este libro que enseña o revela la verdad acerca de aquellos que ya ostentan poder o éxito en los negocios. Este libro, me atrevería a decirlo, además de recomendar maneras de proceder ante diversas situaciones que tienen que ver con los negocios, es un retrato del empresario moderno que además de inteligente y gran estratega debe ser sin duda alguna, despiadado y cauteloso. Los capítulos del libro, van narrando paso a paso el proceder de un príncipe, según Maquiavelo o de un hombre de negocios, según Mc Alpine (personas que son líderes, dueños, o jerarcas en una organización), de acuerdo con las circunstancias en que se encuentre: si es un aprendiz, si está ya en funciones, si necesita crecimiento o alianzas, si requiere gozar de aliados o meterse en asuntos de política, pero siempre, con fines estratégicos, no casuales de poder mejorar su posición como negociante y por consecuencia, de sus negocios. En este compendio de experiencias y apreciaciones, y a pesar de hablar sobre los negocios y las relaciones de poder, puede equipararse a una guerra como tal, como el enfrentamiento de fuerzas opuestas que buscan dominar al otro, este libro sin duda, tiene gran aplicación en los negocios, pero puede serlo también para otras áreas y es comprensible el porqué. Se nota en el discurso del libro, el énfasis que Maquiavelo le da a la importancia de hacer las cosas con un método, y mejor aún, con una serie de razones por demás, lógicas. Este libro de Mc Alpine puede tomarse como una guía que habla sobre estrategias, sobre su importancia, su trascendencia y la identificación de las partes elementales de cualquier empresa que no deben pasar inadvertidas, por el contrario, deben sumarse para la consecución de un fin. Hablar del libro de Mc Alpine es tener que enunciar los elementos estratégicos que permitan el éxito de cualquier persona en materia de negocios o formas de control directivo. Desde la idea del liderazgo y las cualidades que deben poseerse, pasando por aplicar la sabiduría humana para no tener que enfrentarse de manera descarada, si no encontrar la solución a los conflictos partiendo de haber comprendido sus raíces. Llama la atención que esa parte tan evidente como es el engaño, pase casi siempre desapercibida en la cotidianidad y aprendemos a vivir con él, pero no todos aprendemos a aprovecharlo. Aprovechar las debilidades humanas garantiza la victoria en cualquier empresa; carecer de información y entrenamiento, es también una gran debilidad, cito el libro: “No hay duda de que los príncipes crecen cuando superan dificultades y oposiciones; pero la fortuna… cuando quiere engrandecer a un príncipe… le pone enfrente enemigos y los obliga a empresas contra ellos, a fin de que aprendan a superarlas y suban más alto por la escala que le ofrecen sus enemigos”; este párrafo, lo considero esencial porque en él están presentes diversos valores e implícita la necesidad de ellos. Habla de lo que yo podría considerar la premisa del libro, pues es un breve tratado acerca de la coexistencia con los competidores, de crecimiento, de logro de metas y objetivos, de aprendizaje, de estrategia y de retribución. El nuevo Maquiavelo está lleno de técnicas de persuasión, de manipulación, de imagen, de estrategias en las relaciones públicas, de dirigir las percepciones hacia el cumplimiento de una imagen: la adulación, el ofrecimiento de ganancias, la cordialidad, los efectos de dramatismo, el aprovechamiento de oportunidades.

Mi derecho a votar

Hacer lo que considero conveniente con mi voto, es un derecho y una obligación ciudadana, principalmente si ejercer mi pensamiento y mi voz resulta en algo útil a mi localidad, a mi familia o a mi pueblo en general. La libertad es uno de los derechos humanos más importantes y la de votar o anular la boleta o simplemente no sufragar, no debería verse juzgada con adjetivos como “pendejada”, “estupidez”, “tontería”, u otros (des)calificativos, principalmente de los comunicadores públicos, ya sea reporteros, periodistas, locutores o columnistas que pueden ofender abiertamente a los grupos que no piensan igual que ellos. En la edición de ayer del periódico Milenio, Félix Cortés Camarillo, escribe en uno de los párrafos con respecto a la idea de anular la boleta o de abstenerse a votar: “…es endosar nuestro voto a aquellos que por convicción o corrupción sí se presenten a sufragar.” Ese, precisamente, es el principal motivo de ese movimiento de denuncia, de activismo un tanto secreto, pero activismo a fin de cuentas; oponerse a que los partidos políticos continúen haciendo pedazos a nuestra nación y al concepto de estado. ¿Por qué tengo que leer que si anulo mi voto soy un pendejo? ¿Por qué tengo que soportar que me traten de imbécil? Decirle así a alguien que va a anular su voto porque no piensa igual que yo, es discriminación, es tratar mal a alguien diferente a mí. Hemos votados muchas veces, las mismas veces que nos han hecho pendejos, ya sea por fraudes o por incumplimiento de compromisos. No se trata de “votar en contra” como escribió el señor Jairo Calixto Albarrán, porque votar en contra de algún partido, es votar a favor de otro que seguirá viviendo del presupuesto público, presupuesto que ni es poco ni está beneficiando a la sociedad. Es evidente la falta de programas sociales, de empleos, de seguridad, de educación, de condiciones de vida adecuada y ellos, los partidos, son los responsables. La clase política es responsable. Sería maduro no juzgar con términos soeces a quienes vamos a acudir a las urnas a ejercer nuestro derecho a elegir. Acciones de protesta han existido muchas que no han cambiado ni a los políticos en sí mismos ni a la esencia que mueve a los partidos. Seamos conscientes del valor de no votar o de anular el voto. No se trata de olvidarse ni de hacerlo porque sí. Se trata de creer firmemente en algo y de su valor social considerando las consecuencias que esto pueda acarrear. A ver si ahora aprendemos un poco más. Seguir votando por los partidos y por sus berrinches, por sus peleas internas y sus chismorreos de vecindad, es no aprender. La OCDE dice que somos el peor país en nivel educativo porque los niños y adolescentes no son bien calificados en la prueba de PISA. En esta prueba de vida que es la democracia, ¿cómo calificamos los adultos Mexicanos?

DOGMA O CONVICCIÓN

En dogma o convicción, encontrarás una divertida descripción de los profesores, los que más se quedan grabados por su forma de enseñanza. Podrás descubrir la personalidad de tu diseñador interno al identificarte con alguno de ellos. También podrás reflexionar sobre tu actitud como alumno, como ente en proceso de iniciación, y sobre todo, en tu actividad de diseñador. uno Para saber con exactitud cuántas líneas tendrá un manuscrito si se imprime utilizando tipos de determinado tamaño es preciso contar las letras (“calibrar”), contando 1 por cada signo de puntuación y 1 por cada espacio entre palabras. A continuación se divide esta cantidad entre... no, no, no, ni madres, eso no sirve, a chambear , la talacha es la que hace al diseñador, no el choro. No, pónganse a trabajar, ensucien sus manos de color, qué bla, bla, bla, ni qué nada. Chínguenle, webones... dos Para saber con exactitud cuántas líneas tendrá un manuscrito si se imprime utilizando tipos de determinado tamaño es preciso contar las letras (“calibrar”), contando 1 por cada signo de puntuación y 1 por cada espacio entre palabras. A continuación se divide esta cantidad entre... eso, carajo, eso necesitan, saber las bases, conocer los principios, no pueden ser improvisados, hay que saber porqué se hacen las cosas, de donde vienen para saber a dónde vamos a llegar, la teoría es in-dis-pen-sa-ble, no podemos ir por el mundo sin saber cómo llegar a algo concreto, objetivo, estético... tres Para saber con exactitud cuántas líneas tendrá un manuscrito si se imprime utilizando tipos de determinado tamaño es preciso contar las letras (“calibrar”), contando 1 por cada signo de puntuación y 1 por cada espacio entre palabras. A continuación se divide esta cantidad entre... okey, pero antes, van a ir al museo, luego van a ir al cine y por último, a las ruinas de Chin Chun Chalpan, perdón, se me olvidaba, me van a tomar fotos de todos los espectaculares del Periférico. Necesitan tener una cultura visual, enterarse, empapar su mirada, crear en su memoria un acervo de imágenes, observen, vivan, gocen, luego, empleen su cultura visual en lo que aprendan... cuatro Para saber con exactitud cuántas líneas tendrá un manuscrito si se imprime utilizando tipos de determinado tamaño es preciso contar las letras (“calibrar”), contando 1 por cada signo de puntuación y 1 por cada espacio entre palabras. A continuación se divide esta cantidad entre... bueno, pero a quién se lo vas a decir, quién es tu receptor, cuáles son sus características, dónde y cómo vive, cómo piensa, cuánto gana, cuál es tu target necesitas saber todo esto, si no, no vas a poder llegar con éxito a tu receptor... Si tu profe de “plastilina tres” está dentro de alguna de las características anteriores, felicidades, tienes un buen maestro preocupado por que sepas y hagas las cosas bien. Nada más, no te dejes y creas que él es la neta del planeta, ya que es importante todo, por partes equitativas, en equilibrio: si llegas a un extremo, te encasillas, si llegas a otro, te envicias, o a lo menos, puedes padecer una muerte cerebral causada por el exceso de pigmentos, solventes, químicos y demás o puedes terminar cortándote las venas no con el cutter, sino con el cemento iris. La educación universitaria, es el vínculo más importante en la formación profesional del diseñador: saber trabajar, saber proponer, saber pensar, saber planear. Solo que tú eres quien va a poner en práctica todo eso que algún día o noche algún profe quiso que aprendieras, no por capricho ni por mala onda, solamente para que no estés solo en este universo de el diseño, de la comunicación gráfica, visual o audiovisual. Palitos uno puede ser la solución al cartel que tu cliente necesita, o en el Wicius Wong, puede estar el stand o el display que te dará miles de pesos. De menos, con los diez millones de dibujos que hiciste, ya tienes práctica para irte a hacer retratos a Chapultepec. Cómo les pone en la madre el maestro cuando le dice al alumno: está bien, pero... el color está medio medio; También cuando te dicen : no, esto no sirve, ya dejen de comerse los mocos y hagan bien las cosas, esto está mal, o ¿Porqué no le quitas esto, y le pones una flechita, o como ves?.. Nel no te dejes y hazte el candado , dándote por tu lado, no al del maestro. Él no va a estar contigo cuando en Leo Burnett te pidan una chamba. Nel maestro, tú eres tú y yo, pos yo...

Ideología y Semiótica

Partiendo de que la semiótica es el estudio de la vida de los signos y que un signo es un vehículo que tiene o contiene significados (creados por el hombre por convención), podemos deducir que la semiótica se refiere al estudios de los significados, razón por la cual existe semiótica para todo. Si el buen Charles Sanders Peirce menciona en unos de sus textos que la semiótica “es solamente otro nombre que tiene la lógica”, entonces, ¿suena esto “semiótico”?. Si la definición de lógica gira en torno al razonamiento, al conocimiento o al discurso, estamos ciertos de que Peirce no miente ni nos confunde, además se abre la posibilidad de aumentar el campo de estudio de los significados de acuerdo al signo que se presente desde sus tres dimensiones en cuanto a la práctica, el orden y el significado o sea los niveles pragmático, sintáctico y semántico. Un análisis de orden semiótico, estará en torno a las teorías estructuralistas que nos proponen el acercamiento al emisor de un discurso y a su (o sus) receptores, quedando el feed back en cuanto a la posibilidad del entendimiento y asimilación real del mensaje. Todo esto, como es obvio, depende de los significados que dado el marco referencial que cada quien posea les otorguen; las posibilidades de conocimiento nuevo aumentan en medida que el mensaje es mas objetivo y disminuyen si este se vuelve subjetivo. Es entonces la cultura que circunscribe al receptor el elemento principal de análisis para un diseñador o comunicólogo, al tener la posibilidad de crear en el público una necesidad de consumo de la publicidad en primera instancia, y luego de productos, porque “primero soy publidependiente y luego consumidor de productos”. El estructuralismo que está inmerso en la semiótica, vive gracias a la dependencia de referentes y de contextos definidos para poderse estructurar en discursos que como signos, lleven en sí tanto la carga emotiva, como la poética, el contacto entre emisor y receptor y por supuesto, el código adecuado según establece Jackobson. El poder ideológico de la comunicación visual, aumenta su nivel desde que se esconde tras las faldas de los AIE (aparatos ideológicos del estado) como elementos manipuladores de la sociedad y como productos de primera necesidad, al gritar la bondad de los productos, la bondad del estado, de la religión y la maldad de lo subterráneo, de lo emancipado, de la liberación sexual, etcétera. El diseñador debe conocer o por lo menos imaginar las posibles implicaciones que un objeto de comunicación masiva como los carteles, las revistas o periódicos y sobre todo la televisión, pueden causar en el espectador, produciendo -o mas bien re-produciendo- entes impensantes y lúdico-víboros que tengan como modo de vida el aceptar todo aquello que se les ofrece con atractivas formas y colores sugestivos. Si deseamos que la ideología dominante siga haciendo robots consumistas, evitemos la semiótica y la retórica, y enfoquémonos solo a la estética, mensajes donde solamente participe el emisor con su bella propuesta visual y donde el receptor tenga solamente esa cualidad, la de recibir, recibir y recibir. Considero de trascendente importancia poner a pensar a las personas, cuestionarlo todo y no darles los mensajes siempre digeridos, porque en este caso, lo que les damos, sería solamente mierda que queremos que consuman; lo peor de todo es que lo hacen. Misma actitud de algunos profesores universitarios y universidades de Diseño que tienen como bandera la tecnocracia para la formación de excelentes técnicos en ilustración o en serigrafía, técnicos en fotografía y en técnicas de representación en general. Priva pues, la necesidad de hacer pensar al estudiante y cuestionar cada línea y cada mancha, razonar todo lo que incluye un diseño, desde su misma actitud como diseñador, hasta el papel utilizado y el dinero empleado, así como las actitudes de recepción. No hay que olvidar que esto es solo mi visión, y que aquí lo que cuenta no es lo que yo diga, puesto que tú eres tú, y yo, pos yo... ** Pintura: Enrique Guillén Por: Sergio Ángel Guillén Egresado de la UAM Azcapotzalco en 1998 y licenciado en Diseño de la Comunicación Gráfica. Con un Posgrado en Docencia Universitaria por Es docente desde 1991 en diversos niveles. Actualmente, se dedica a la investigación y es profesor en varias universidades en la carrera de Diseño Gráfico, donde ha impartido diversas materias teóricas sobre el diseño angelgui13@hotmail.com

Diseño y semiótica: algunos aspectos que conciernen al proceso de diseño

Solo cuando el diseñador esta dispuesto a aceptar que el proceso que comienza con el diseño puede ser analizado exponiendo la naturaleza de su estructura, solo entonces puede él comenzar a ejercer cierta cantidad de control sobre el efecto de su producto y usar lo como un medio preciso para la presentación de información visual. El carácter sígnico del objeto de diseño Muchos diseñadores gráficos aun mantienen preferencia por ciertos tipos de letras, colores, sistemas de LAYOUT, estilos de ilustraciones, etc., que son valorados primariamente por sus cualidades estéticas juzgadas en términos de gustos personales. Esta práctica de tomar los elementos de diseño como estructuras autónomas aisladas, sin considerar las formas en las que están unidas dentro del contexto social total, puede crear serios problemas. El proceso del diseño comunicacional solo puede ser entendido si el diseño es visto en relación con el observador; las actitudes del observador hacia el diseño debe ser incluida en esta consideración, igual que las formas en las que es procesada, emocionalmente, o la forma en que es usada. Al considerar esta relación diseño - observador la estructura de diseño es vista teniendo tanto la función estética como la función informativa. Más aun, en adición a sus apariencia física y sintáctica, tiene también una sustancia semántica y pragmática en virtud de convenciones sociales.
Mientras que es cierto que cualquier diseño puede agradar o desagradar por sus valores intrínsecos, debe recordarse que también funciona como un medio para transmitir mensajes o información a otras personas con un propósito definido: el diseño siempre representa algo, significa algo se refiere a o indica algo para alguien en una forma que va más allá de sus cualidades físicas y estáticas. Figura 1: Señales informativas. Respecto del original, las imágenes han sido cambiadas por las disponibles. Si las imágenes mostradas en la figura 1 son vista representando solo "no fumar", "Veneno" y "Reciclar", estamos tratando con formaciones autónomas, puesto que las imágenes son derivadas de los objetos mismos: el significado de la imagen no es clara. Sin embargo, ellos son pictogramas, usados como señales de advertencia; llevan la información “aquí no debe fumar”, “este líquido produce la muerte”, “este material puede ser aprovechado nuevamente”. Esta información no puede ser captada de los pictogramas mismos, su significado debe ser desarrollado por acuerdo entre la gente; su significado debe ser aprendido. Lo que el observador ve es un cigarrillo, pero lo que realmente significa es “no fume aquí”. Las funciones estéticas e informativa en el diseño de la comunicación no son ni exclusiva ni claramente distinguibles. En los términos de Mukarovsky ellos están “en contacto constante y mutuo, lo que puede ser descrito como una antinomia dialéctica”. Esto significa que ambas funciones se comportan como la tesis y la antítesis, teniendo ambas valides y necesidad de ser vistas juntas. Mas aun, esas dos funciones a mundo entran en conflicto, compitiendo por atención y consideración, a veces sugiriendo acciones diferentes. El diseñador comunicacional no puede permitirse considerar la función estética aislada, puesto que ésta es simplemente un medio por el cual se presenta información y no un fin en si mismo: la función informativa siempre debe tener prioridad. He tratado de describir en términos generales, que en el caso de un objeto de diseño no estamos tratando con una apariencia estética o autónoma en primer lugar, sino más bien con una (apariencia) de carácter informativa o indicativa. Hablar de una información portando apariencia siempre implica aceptación de signos, porque la función principal del signo, como dice Schaff, es “comunicar algo a alguien, informar a alguien acerca de algo”. ¿Qué es la semiótica? La semiótica es la doctrina de los signos que estudia las reglas que gobiernan su producción, transmisión e interpretación (del griego semion = signo) y tiene que ser visto como una subdisciplina de la teoría general de la comunicación. Se origina en raíces lingüísticas y filosóficas y tiene una tradición que se remonta a los clásicos griegos. Actualmente la semiótica es esencialmente basada en los trabajos de Charles Sanders Pierce y Charles William Morris, conocidos filósofos norteamericanos ambos, y Ferdinand de Saussure, un lingüista suizo. La comunicación humana puede ser descrita como una transferencia e intercambio de mensajes entre las personas. Si alguien quiere comunicarse, la única forma en que puede hacerlo es por medio del uso de alguna suerte de signos, por ejemplo, sonidos de habla, letras y numerales escritos o impresos, cuadros, fotografías, diagramas, mapas, gestos y varios otros. Esos signos son esencialmente medios que hacen posible la transferencia de pensamientos, significados e ideas. De ello se entiende que la comunicación entre dos o más personas siempre constituye una situación sígnica. La base de tal situación sígnica esta formada, por un lado por el signo mismo, y por otro lado por el llamado vehículo signico (en diseño, usualmente papel, en la pintura usualmente el ...). Pero, después de todo, cuál es la noción fundamental de un signo? Primero, tiene que ser mencionado, que los signos no son “cosas tal como son”. Los signos son “algos” artificialmente introducidos, son cuasi meta-objetos que están para alguien por algo a lo que se están refiriendo o significando. No se puede decir simplemente que un signo significa algo, sino que significa algo para alguien. Así, el usuario del signo es esencialmente envuelto. Segundo, la definición del signo tiene que ser introducida. De acuerdo con Pierce, un signo es siempre una relación triadica, lo que significa que depende de tres variables: un signo existe, si un interprete I (Usuario del signo) agrega un mediador M (significador) a un objeto O (significado) como signo. Para ilustrarlo: el diseñador X introdujo en el Colegio Santa Ana el signo "S" como lo que lo representa. Cuando el cliente (usuario del signo) acepta y usa repetidamente el mediador, el símbolo mostrado, éste será asociado con el objeto significado, en este caso el Colegio Santa Ana (vea la figura 2, a continuación). Figura 2: Relación de signo o triadica. En un nivel diferente, cada objeto diseñado puede ser analizado como un signo. Fue Morris quien propuso un agregado a la definición de Pierce para así poder tratar con problemas de signos paso a paso. Esto significa que la semiótica es estudiada en tres niveles diferentes, representando diferentes tipos de abstracciones. Estos tres no están separados, pero se sobreponen uno sobre otro. Cualquier signo puede ser estudiado, primero por su forma percibida; segundo por la forma en que el significado esta conectado con el significador (por ejemplo, por la relación entre la forma y lo que es significado por la forma); tercero, por su uso (que incluye cuestiones de propósito y efectos deseados, resultados prácticos y valores para el usuario y el productor del signo). En la terminología de la semiótica, uno esta hablando acerca de los aspectos sintácticos, semánticos y pragmáticos del signo. Los tres niveles se preocupan por los signos y las regularidades o reglas. Figura 3: Relación entre sintáctica, semántica y pragmática como subdivisiones de la semiótica de acuerdo a Morris. ¿Por qué tal teoría? A menudo es hecha la pregunta; “¿Qué es el diseño?”. Esto es difícil de contestar y apunta a una debilidad en la identificación del proceso, el que, en cierto modo, puede ser explicado por el conflicto entre la teoría y la práctica. Para el diseño --tal como es cierto para cualquier disciplina-- esta pregunta solo puede ser contestada estableciendo los límites con otras disciplinas, formando puntos focales. La semiótica es un instrumento analítico por medio del cual el proceso de diseño y sus resultados, el producto, puede ser des-compuesto o estructuralizado para descubrir las regularidades escondidas en el proceso. Si el objeto de diseño es un medio, por medio del cual se transfieren mensajes a un público amplio, éste transporta significado e intenciones. La semiótica se preocupa de los elementos conteniendo significados e intenciones en el proceso de la comunicación humana --los signos. Como resultado, el estudio de la Comunicación Visual del Diseño es, hablando en general, el estudio de los signos visuales y de las reglas que los gobiernan, como medios en el proceso de la comunicación. Esta noción incluye habilidades prácticas tanto como conocimiento teórico. La teoría debe ser una herramienta en las manos del practicante, sobre la cual él puede basar su trabajo, discutirlo, y justificarlo en nombre de su cliente, sus colegas y el usuario eventual. El proceso de diseño. La comunicación, con la meta de lograr ciertos efectos, requiere de actividades de producción y de consumo. Cuando produce un objeto de diseño, el diseñador usas signos (letras y figuras) los que sirven como portadores de información en el proceso de comunicación. Esta actividad requiere de creación, selección y arreglos de signos visuales en formación de signos compuestas y complejas (carteles, folletos, programas de identidad, etc.). Si ése ha de ser perceptible y reconocible por el consumidor, el diseñador no esta completamente libre para la selección y la composición de los signos. Si el mensaje ha de llegar, su forma esta controlada por ciertas convenciones. Estas pueden ser fuertes o débiles en cuanto a la forma en que son codificados, y pueden ser mas o menos unánimes o más o menos constreñidos. Por ejemplo, si comparamos palabras y fotografías, las palabras están más fuertemente codificadas que la fotografía, porque su significado varía mucho más, de acuerdo varían las personas. El repertorio de signos, la caja de herramientas visuales del diseñador, tiene que contener signos que sean comprensibles para el consumidor y que pertenecen al repertorio del usuario, si se ha de lograr el efecto entendido y deseado. En otras palabras, tenemos que considerar la parte del usuario en al proceso, el que consiste en conocimiento previamente guardado que él debe usar para descodificar el mensaje. Esto significa que deben aceptarse ciertos limitantes si hemos de diseñar algo que será entendido (por otros). Cuando se da lugar al diseño o a la creación de formas, el diseñador no lo crea de la nada; él siempre lo crea de un repertorio específico que consiste en elementos y de un conjunto de reglas gramaticales. Por reglas no estoy significando la gramática que se usa al escribir, sino los sistemas por medio de los cuales se arreglan textos e imágenes visuales para poder comunicar, lo cual se ha desarrollado durante los siglos pasados y es hoy convencional. Del mismo modo, no debemos cerrar nuestros ojos al hecho que el diseño de hoy está basado en el diseño del pasado. Debemos dejar en claro que no estamos simplemente promoviendo el uso de los métodos tradicionales, sino de la evaluación crítica de esos métodos, variándolos aquí y allá para ver si se puede conseguir una mejor fusión entre el contenido y la forma. Pero tales cambios graduados tienen que ser conseguidos en una forma controlada y sistemática, no al azar, puesto que de otra forma ellos no podrían ser repetidos y el chance de aprender de otros no estaría dado. Permítame remarcar el punto mediante la analogía del lenguaje. Un idioma crece introduciendo nuevas palabras y frases, pero un idioma consistente solo de nuevas palabras y una nueva gramática sería ininteligible. Esta analogía sirve para ilustrar el grado de libertad de elección y de limitaciones de las posibilidades disponibles para el diseñador, si él quiere cambiar el sistema existente introduciendo nuevos significados y conceptos en la presentación de información. La producción depende del consumo, y el consumo depende de la producción (figura 4). Desde el punto de vista del diseñador, la comunicación también consiste en hacerle concesiones al conocimiento de usuario. en el diseño hay una gran diferencia entre la concesión hecha en nombre de la estética formal y aquella hecha sobre el entendimiento. Si los diseñadores no están dispuestos a discutir la valides de su formalismo estético, ellos no pueden comenzar a cuestionar la función informativa de su diseño. La actividad del diseño es dictada por el contenido y la posibilidad de alternativa, y las interpretaciones del consumidor siempre deben ser consideradas. La identificación del consumidor con el producto debe encontrar su contrapartida en la identificación del productor con el consumidor, ambos deben encontrarse a mitad de camino. Así, el proceso de diseño puede ser visto como siendo idéntico con el proceso general de la comunicación. Referencias Cherry, C. On Human Communication, Cambridge; Mass: The MIT Press, 1957. Ehses, H, A Semiotic approach to communication design. Publicado en el Canadian Journal of Research in Semiotics, Vol. IV, Nº 3, Edmonton/Alberta, Spring/summer 1977, pp51-77 Mukarovsky, J, Aesthetic function, norm and value as social facts, Ann Arbor: University of Michigan, 1970. Schaff, A, Introduction to Semantics, Oxford: Pergamon Press, 1962.
Hanno H. J. Ehses[1][1] Revista ICOGRAPHIC 12, 1978. Traducción: T. Austin para la Escuela de Diseño del IPRA, Temuco. Primavera 1996. y las reproducimos porque aun tiene vigencia formativa. [1][1] Desde 1974, el autor ha sido Professor asistente en la División de Diseño del Colegio Nova Scotia de Arte y diseño en Halifax. Fue estudiante del Colegio de Diseño de Aachen, estudió en la Universidad de Stuttgart, Ulm y en la SHBK Braunschweig de Alemania.

El retroceso del diseño se distingue en la aparente facilidad de hacerlo


Cuando comencé a estudiar diseño, en la universidad me decían que era muy importante conocer una serie de disciplinas que me permitieran tener una visión universal del mundo, por eso, la filosofía, la investigación, la lógica y las matemáticas, las ciencias sociales y humanas se convirtieron en un eje fundamental para comprender la esencia, la aplicación y hasta la metodología para ejercer el diseño de una manera profesional, ética, responsable y comprometida. Ejercer el diseño debe entenderse desde varios frentes, ya que el ejercicio de algo no denota la sola idea de la ejecución material, si no la aplicación en cualquiera de sus campos, incluyendo los teóricos, los interdisciplinarios y los de impacto social a través del análisis de las funciones de los medios de difusión. Hacer diseño no es fácil, ni debe mirarse como el ejercicio de un oficio superfluo o artesanal. El diseño conforma una rama importante en la cultura material, pero con la responsabilidad histórica de incidir en todos los campos del conocimiento humano y de sus manifestaciones intelectuales y sociales. En la historia, nos hemos encontrado con que el diseño y la expresión de los elementos gráficos comienza quizá con gente que se especializó en plasmar mediante recursos técnicos, las ideas o acontecimientos, como en las pinturas rupestres o en el caso de la mayoría de las culturas más modernas como los jeroglíficos, la escritura cuneiforme, los bajorrelieves, los códices prehispánicos o hasta los copistas medievales. Así es que en el siglo XIX y en los albores del siglo XX participan pintores, escultores, arquitectos y otros profesionales que con una visión estética, pretenden manejar los signos de comunicación pública sin considerar aspectos sociales o culturales, por ejemplo los catálogos coloniales de los habitantes de la Nueva España con sus vestimentas regionales utilizando modelos espigadas de tez blanca y rasgos finos que más parecen de pasarela que documento etnográfico. El diseño no es fácil y requiere la especialización en las áreas más diversas pero necesitando profundidad, método, sustento teórico y cuidado social. Esa preparación se adquiere no en las escuelas actuales, ni en las academias mas prestigiadas, se adquiere a través de toda una historia personal llena de interés y de investigación. Por eso, al afirmar que el diseño barato es diseño vulgar porque carece de esas bases intelectuales que le garanticen una función y que se responsabilicen de sus efectos y defectos hago una crítica a aquéllos que piensan que el talento lo es todo o a los colegios, academias y universidades que ofrecen una preparación adecuada en diseño pero que en sus planes de estudios no tienen áreas teóricas suficientes ni programas académicos que despierten el interés por la preparación integral de los individuos. Un sujeto cualquiera que posea un equipo informático es capaz de dibujar, animar, diseñar, programar si cuenta con las aplicaciones que se lo permitan y que además se consiguen con gran facilidad. Pero es con esa facilidad de acercarse al diseño que se va gestando y se entiende la sub valoración del profesional; entonces si los egresados de los colegios que ofrecen la prontitud de la carrera y las instalaciones magníficas para manipular los materiales y las técnicas y que cuentan con esa escasa oferta de preparación humanista logran que la carencia de las herramientas teóricas mermen su potencial y abaraten su ejercicio profesional haciéndolo vulgar. Otro caso importante a destacar en este mismo eje es la práctica docente, ya que cuando los profesionales que poseen dichas herramientas se ven imposibilitados a ejercer mediante la docencia una preparación integral como la que se ha mencionado en párrafos anteriores porque los programas académicos se enfocan a la técnica y no a la teoría, también están dentro del fenómeno de la vulgarización del diseño. ¿Desde dónde parte entonces la vulgaridad del diseño barato, y qué implica socialmente ese fenómeno? Pienso que ese diseño barato, que el diseño vulgar es retroceso; que el aprendizaje humano a través de su historia no ha dejado huella entonces en la práctica del diseño. La idea de la globalización nos debe orillar como diseñadores a rescatar aún mas, la parte educada y distinguida de nuestra profesión pues nos enfrentamos a un mundo mucho más grande de lo que podíamos imaginar y que está en constante movimiento, así que si no nos movemos a ese vertiginoso ritmo con la consciencia responsable estaremos dejándonos llevar por las corrientes en lugar de forjarlas. El diseño es vulgar cuando carece de la educación que le permita distinguirse como algo bien hecho, cuando pasa a la simple práctica y no se preocupa por ser pensada o cuando se busca solo cumplir con la función estética. Recordemos que como diseñadores, nos encargamos de la elaboración de mensajes de carácter público, así que un buen mensaje debe responder de manera adecuada a todas las funciones comunicativas y a las condiciones semiológicas en que se geste y se implemente dicho programa de comunicación. Somos diseñadores, no artesanos ni técnicos. Nosotros somos uno de los ejes de la parte intelectual de las manifestaciones culturales ya que ayudamos a formar a la sociedad pues contribuimos en su proceso de educación desde su nacimiento.